GARA > Idatzia > Kirolak> Baskonia

Pírrico triunfo ante el Granada

El regreso de las victorias amargas

La plantilla baskonista derrotó al Granada después de endosar un parcial de 7-0 en el último minuto tras jugar un partido muy gris.

p043_f01_097x156.jpg

CAJA LABORAL BASKONIA 70

GRANADA 69

Arnaitz GORRITI

A este Caja Laboral Baskonia le va, y mucho, lo agridulce. Si en la pasada Euroliga el partido más dulce terminaba con una derrota amarga como la vida, el reencuentro con la competición doméstica supuso volver a la amargura del juego gris y mediocre, pero con el dulce regusto del triunfo.

En Granada se seguirán preguntando cuál es la maldición que les impide vencer en Zurbano, porque la plantilla baskonista logró una nueva victoria pese a coleccionar menos méritos que su rival. De hecho, los de Trifón Poch obtuvieron mayor valoración, pero sucumbieron ante un arrollador último minuto de su rival, que de la mano de San Emeterio y Splitter encontró el modo de culminar una remontada cuando muy pocos se lo esperaban.

Y es que un triple de Aguilar ponía en el electrónico un 63-69 a falta de 69 segundos para el final del choque. Las cosas pintaban crudas para los intereses gasteiztarras, pero éstos no se rindieron y comenzaron a limar las diferencias a toda velocidad. Primero, con un «dos más uno» de San Emeterio, seguido de una buena defensa que culminaba Splitter estableciendo el 68-69. El cuadro andaluz volvía a perder la pelota y debía parar en falta a un San Emeterio hiperactivo. A falta de 23 segundos, el alero cántabro anotaba con pulso firme sus dos tiros libres. Tras encajar el parcial de 7-0, Trifón Poch solicitaba tiempo muerto para preparar la última jugada.

El cuadro gasteiztarra tuvo ayer toda la fortuna que le faltó contra el CSKA de Moscú. Como suele ser costumbre en Ivanovic, ordenó jugársela en defensa, pero la escuadra nazarí movió con paciencia el balón y Pablo Aguilar, que con 16 puntos y 8 rebotes fue una pesadilla constante, pudo lanzar un tiple absolutamente libre de marca. El balón dio en el hierro y el rebote fue gasteiztarra. Amarga victoria; agridulce al menos.

Sin Barac ni tensión

El choque de ayer nació torcido desde antes incluso de empezar. Aquejado de problemas de espalda, Stanko Barac se quedaba sin jugar. A partir de ahí, el guión del partido se salió por completo a lo planeado por los de Ivanovic.

Lo peor, empero, vendría después. Aunque el conjunto baskonista conseguía mantenerse arriba, se le notaba falto de tensión, lo que se traducía en una inacabable sangría de balones perdidos. Jugadores como Hendrix, Gianella y Hunter empezaban su pulso particular ante un Caja Laboral Baskonia que mantenía el liderato en el marcador por pura inercia. La entrada de Huertas por un Ribas horroroso dio algo de ventaja a los locales, pero no fue sino un arreón demasiado efímero.

Así, el Granada se empezaba a creer que podía ganar. Pese a ir por detrás al descanso, 32-30, los de Poch volvieron con más mordiente de los vestuarios, mordiente que únicamente con la aparición de Herrmann y Singletary -a los que Ivanovic, junto con Oleson, apenas dio minutos- se pudo igualar. De esta guisa, el cuadro nazarí conseguía llegar al cuarto final dos puntos arriba: 52-54.

Los diez últimos minutos fueron un vaivén de ventajas alternativas. Nadie podía escaparse y todo podía pasar, hasta que en el último minuto los de Poch parecían romper el duelo colocándose 63-69. La reacción final endulzó el amargo juego de la plantilla baskonista.

problemas de barac

El juego interior baskonista sigue en cuadro. A la baja de Eliyahu por una pubalgia se sumaba ayer la ausencia de Barac, que se quedó sin jugar debido a unos problemas de espalda. No se precisó si podrá jugar contra el Cajasol.

Ivanovic: «Me gustó la fe del equipo, pero no podemos volver a salir así»

Más triste que disgustado, Ivanovic achacó el mal juego de los suyos a la resaca de la eliminatoria de Euroliga.

«Ha sido un partido difícil donde jugamos sin ritmo, sosos, y no estuvimos finos. Puede ser normal tras los partidos de Euroliga, pero no podemos volver a salir así».

«Del equipo sólo me gustó la fe que tuvo hasta el final para ganar. Pero la próxima vez será más difícil, por lo que no podemos arrancar así. No baso mis análisis en la estadística, pero veo que en 20 minutos perdimos 13 balones; no puede haber garantías de ganar con tanto balón perdido», reconoció.

Preguntado sobre la situación de Barac, el montenegrino se limitó a comentar que «tiene problemas de espalda y no está disponible», y no fue capaz de precisar si podrá jugar el domingo que viene ante Cajasol.

A. G.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo