SEGUNDA La plantilla se sobrepuso a las bajas
La Real demuestra ser el mejor equipo de Segunda
Un gol de Nsue y el gran trabajo colectivo de los blanquiazules les permitió derrotar al Hércules, que queda segundo a seis puntos del liderato en un mar de desconfianza tras su quinto partido sin marcar.
REAL SOCIEDAD 1
HERCULES 0
Joseba ITURRIA
La Real confirmó en el duelo en la cumbre de Anoeta que es el mejor equipo de Segunda, como lo demuestran los seis puntos que lleva a su más inmediato perseguidor y las victorias ante todos los rivales directos en la lucha por un ascenso que cada vez está más cerca.
Es el mejor equipo de Segunda en el sentido más literal de la palabra. Es un equipo de 24 futbolistas a los que les ha tocado vivir, la mayoría de ellos muy jóvenes, la etapa más dura de la historia de este club y la van a superar desde esa unidad y esa fuerza colectiva que ha sido una de las características que ha acompañado a la Real en las mejores páginas de su historia.
Algunos en setiembre se marcaban el objetivo de no descender y habrían cambiado la plantilla de la Real por la del Rayo que ahora está a un punto del descenso porque trasmitían desconfianza ante un equipo que sólo se merecía apoyo. Son los mismos que se han escandalizado esta semana porque estos jugadores fueron capaces de hacer un plan conjunto el pasado fin de semana en Madrid quince días antes de saber lo que iba a pasar en Córdoba. Como si las reservas de hotel y el contrato de un autobús se pudiera improvisar horas antes en función de un resultado. Que ese plan haya salido a la luz es bueno para conocer que este vestuario es capaz de organizar lo que es inimaginable en ningún otro club.
Son amigos, como han sido siempre los jugadores de la Real cuando se ha respetado la lógica que debe seguir este club. Y lo son los de casa y los de fuera, que son recibidos en Zubieta como en ningún sitio. Y ese plan es el mejor termómetro para comprobar que la salud de este equipo es la ideal. Y eso se traduce en el campo, donde la Real juega como un equipo, sin fisuras, en el que cada jugador está dispuesto a ayudar a los demás con un espíritu de sacrificio y de solidaridad que impidió al Hércules crear apenas una ocasión en juego que desbarató el portero que tenía que jugar ayer y en dos jugadas a balón parado.
Y esa unidad se encargó de reflejarla sobre el césped en la piña que organizó antes del partido Lasarte, que estuvo muy bien en la planificación del partido, en los cambios, en ese detalle y en el final con Zubikarai en una más de las tardes, casi todas, que se ha quitado los guantes con la satisfacción de tener su puerta a cero. Porque no sólo es uno más de los que cuando no juega pone un buen ambiente, cosa que es clave en un equipo.
Buena respuesta de la plantilla
Porque es difícil ayudar a mantener la buena armonía que hay dentro del equipo cuando no se juega y los menos habituales lo han hecho y además, cuando han tenido que jugar, han respondido. Lo hizo Sarasola en sus minutos, Esnaola el día de su debut y cumplieron ayer Zubikarai y Nsue, que contribuyeron a que durante esa semana no se hable de Bravo y Xabi Prieto.
También faltaban otros dos titulares como Estrada y Labaka, pero la Real jugó como si estuvieran los de siempre. Porque este equipo juega siempre muy parecido. Tanto en Anoeta como, por desgracia, en sus salidas. La Real cedió la iniciativa al Hércules, pero estuvo muy bien colocada sin dejar espacios al Hércules y con una gran intensidad y agresividad para salir a la contra. Así llegó el gol de Nsue tras un corner del Hércules que se convirtió en un contragolpe en el que Griezmann, Bueno y el balear lo bordaron.
Antes la Real ya había podido adelantarse en dos acciones de Griezmann y Bueno porque el Hércules tenía el balón, pero las ocasiones eran de los de Lasarte. Aunque mejoró en la segunda parte tras los cambios, el Hércules sólo pudo crear peligro en el remate de Rufete ante el que se lució Eñaut, en un corner en el que midió mal la salida y el balón salió fuera y en otra falta desafortunada en la que el portero chocó con Mikel González, lo que propició dos remates claros del Hércules. Y cada vez que iban a disparar salían realistas a tapar la opción de remate.
A pesar de que Zurutuza fue el mejor mientras estuvo en el campo, la Real agradeció la salida de Elustondo en su lugar para dar aire a su equipo cuando el Hércules dominaba más y eso permitió que a partir de ahí el 2-0 estuviera más cerca que el 1-1 y que se viviera un final feliz que deja el ascenso más cerca. Pero no hay margen para la relajación. El Hércules sacaba hace un mes once puntos al cuarto y si hoy gana el Betis sólo tendrá uno en un mar de desconfianza. Por eso hay que asegurar el ascenso cuanto antes y jugar fuera al mismo nivel que en Anoeta.
Martín Lasarte valoró positivamente la respuesta del grupo en un partido que se afrontaba sin jugadores importantes como Xabi Prieto, Bravo, Labaka y Dani Estrada: «Hemos ampliado la renta y tenemos al equipo más cercano a seis puntos. No hay nada definitivo, estamos a resguardo de alguna dificultad, pero a lo largo de toda la Liga, más allá de momentos buenos o malos, se ha tenido una intensidad y un sentido de equipo muy grande. El equipo, todo el grupo, se ha mostrado muy sólido, muy firme con su deseo y con el esfuerzo que está haciendo. En el fútbol los problemas no nos vienen sólo por los resultados, hay que superar otro tipo cosas y este grupo ha entendido que para lograr objetivos a largo plazo debe superar cosas como decisiones complicadas mías o de los árbitros, enfrentarse a diferentes rivales, a la falta de compañeros importantes... El grupo se ha mostrado muy sólido y dio una muestra más de lo que es capaz».
Lo más sorprendente de la rueda de prensa del técnico uruguayo fue que vino a agradecer los cambios que introdujo Esteban Vigo. «El partido respondió a lo que teníamos pensado, aunque esperábamos otras cosas que podían hacernos más daño si llegan a jugar algunos jugadores habituales».
El técnico del Hércules señaló tras encadenar cinco partidos en los que sólo ha sumado un punto y no ha marcado un gol que «es el momento de los jugadores, que son profesionales. Antes todo era más fácil , pero ahora es cuando hay que levantarse».
Joseba ITURRIA
Eñaut Zubikarai agradeció la carrera de Martín Lasarte nada más acabado el partido para dirigirse hacia su portero y fundirse en un abrazo con él: «Ha sido un muy buen detalle, me ha venido con los brazos abiertos y ha sido un detalle que he agradecido mucho».
El técnico había explicado antes su gesto: «Quise ir donde Eñaut porque ha sido una semana dura para él porque se ha debatido mucho. Cada uno hace su trabajo, pero los futbolistas escuchan, leen y les cuentan las cosas y fue una semana difícil para Asier y Eñaut al saber que Claudio no podía participar. Habrán pasado muchas circunstancias por sus cabezas. Para Eñaut era un partido complicado y para mí estuvo muy bien, lo noté muy tranquilo, con una sensación de aplomo importante para un portero tan joven. Había trabajado todo el año y al final quería significar su propia situación».
El de Ondarroa explicó que fue el sábado cuando Lasarte le dijo que iba a jugar «cuando dio la alineación. Para mí sí ha sido una sorpresa porque veía al 50% las opciones de Asier y mías. No tenía las cosas claras y se ha decantado por mí». Sobre sus sensaciones sobre el césped, Eñaut comentó que «en el partido estaba bien, muy tranquilo, tenía toda la confianza de mis compañeros y me he sentido a gusto».
Sobre el encuentro, el guardameta vizcaino comentaba que «ha sido muy importante ganar al Hércules porque les sacamos seis puntos al segundo y esta victoria es muy valiosa. Hemos tenido ocasiones para marcar el segundo gol, no acertamos y al final tuvimos un par de situaciones de gol, pero conseguimos ganar».
Joseba ITURRIA
La Real se entrenará hoy a partir de las diez y también en Zubieta media hora más tarde comenzarán los partidos para el tercer y cuarto puesto del Torneo juvenil entre Real Sociedad y combinado guipuzcoano y para el quinto y el sexto entre Osasuna y Sporting de Portugal. A las doce jugarán la final el Valencia y el Real Madrid.
