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Los especuladores campan a sus anchas en la economía mundial y la política vasca

Sea realidad o leyenda urbana, el episodio que atribuye el desplome del jueves en la bolsa neoyorquina al error de un broker que confundió la b de billion por la m de million es una buena metáfora del absurdo que preside la economía global. Mientras decenas y decenas de millones de personas han sido arrojadas a la calle y a la miseria, sigue habiendo muchos especuladores que campan a sus anchas para seguir recogiendo pepitas de oro entre los escombros. Y, lo que es peor, tienen mecanismos para hacerlo, aunque de vez en cuando un simple error de anotación delate todo este sinsentido.

Grecia ha sido presentada como la primera gran víctima de estos trapicheos perpetrados gracias a un sistema basado en la economía virtual y no en la real, en el capital y no en las personas, en la especulación y no en la justicia. Pero por sí mismos los países, lógicamente, ni sienten ni padecen. Bajo la etiqueta de Grecia se olvida que son sus ciudadanos en situación más precaria los que se verán abocados a un durísimo plan de ajuste -otro eufemismo-. Las grandes fortunas llevan semanas huyendo del país, en otra constatación de que el capital no entiende de fronteras ni sentimentalismos. Y los especuladores de todo el mundo sobrevuelan sus bancos, sus empresas, incluso sus islas, como buitres carroñeros, mientras otean ya el horizonte en busca de nuevas víctimas.

Aunque haya sido presentada como una crisis global, efectivamente ésta es una situación en la que para algunos no hay riesgo, sino oportunidades. Oportunidad de negocio, de incrementar la insoportable injusticia en el reparto de la riqueza mundial y de sembrar el camino a nuevas crisis futuras. Resulta muy escandaloso que sean, además, los mismos que han creado el cataclismo que, de momento, arrastrará a la ruina a millones de ciudadanos griegos.

Quienes aspiran a cambiar radicalmente todo este sistema están muy atentos a lo que ocurre en sus calles. Porque tampoco cabe duda de que tras algunas decisiones presuntamente económicas se esconden castigos políticos, en este caso a los combativos movimientos de izquierda griegos. No hay que irse tan lejos para comprobarlo, porque en Euskal Herria también hay ejemplos nítidos: no es casual la sangría producida en una zona tan históricamente industrializada -y reivindicativa- como Sakana. Tras la aprobación en Madrid del cierre de Gamesa supera ya los 1.500 parados.

Patxi López cotiza muy a la baja

Si en el mundo la crisis económica es el pozo del que extraen petróleo los especuladores capitalistas, en Euskal Herria de la crisis política sacan tajada los partidos españolistas, que por primera vez en los últimos 30 años ostentan tanto el Gobierno de Iruñea como el de Lakua. La prensa afecta a este régimen ha celebrado el primer aniversario de este último por todo lo alto, aunque la profusión de informaciones amables, comentarios laudatorios y perfiles cuasiheróicos revelan más bien una necesidad propagandística de dar impulso a un Ejecutivo carente de cualquier legitimidad.

En términos bursátiles, Patxi López nunca fue un valor seguro, pero su desplome en estos 365 días dejaría en los gráficos una línea a la baja capaz de salirse del cuadro, y eso que habitualmente el primer año de cualquier nuevo gobierno suele ser el del encandilamiento de las opiniones públicas (no hay más que recordar los primeros pasos ilusionantes de Zapatero).

Cualquier indicador al que se recurra confirma el crack de este Gobierno. El Euskobarómetro dio hace algunos meses la primera señal de la impopularidad de López. Las audiencias de ETB se desploman. Como ha destacado GARA, el inquilino de Ajuria Enea no ha logrado siquiera un acuerdo con sus cómplices de La Moncloa (hoy dice López que lo volverá a intentar en la visita del presidente español a Barakaldo). Y su último gran proyecto, el del plan de adoctrinamiento contra ETA en las aulas educativas, se ha topado ya con la tozuda realidad de un país que no está dispuesto a dejarse utilizar: los sindicatos que suponen el 80% del ámbito educativo lo han rechazado de plano, el presidente del Consejo Escolar ha expuesto sus reticencias y será cesado, y muchos padres y madres anticipan que esos días no enviarán a sus hijos e hijas a las clases.

En resumen, que pese al afán españolista por generar confianza en torno a la inversión López, lo cierto es que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cada vez menos gente está dispuesta a comprar sus acciones, y eso que ya cuando tomó el poder ni siquiera contaba con el respaldo de la mitad de la población. Es el riesgo que tiene especular políticamente poniendo las minorías por encima de las mayorías, los deseos sobre las realidades, las trampas sobre la democracia.

En Nafarroa tampoco corren buenos tiempos para el Gobierno de UPN, bajo sospecha creciente en la sociedad después de embarcar a la ciudadanía en el carísimo viaje del TAV al tiempo que recorta servicios básicos en Osasunbidea. Sobran, por tanto, opciones de empezar a construir alternativas sólidas frente a esos dos gobiernos gemelos: PSE-PP en Lakua, UPN-PSN en Iruñea. Y obviamente serán alternativas en clave abertzale, de izquierdas y democrática. No se puede, no se debe, perder la oportunidad.

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