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ARGENPRESS.INFO Jorge Altamira 2010/5/5

La última etapa de la crisis

Paradoja cruel. Bastó que se conociera el tan reclamado rescate de Grecia para que, en poco más de 24 horas, quedara en evidencia que el default (cesación de pagos) de Grecia es imparable. La duplicación de la suma adjudicada al salvataje -de 60 mil a 120 mil millones de euros- causó el efecto inverso al esperado, pues la magnitud de la operación puso de relieve la insolvencia del estado griego.

(...) La caída de Grecia traza una línea divisoria en el recorrido de la bancarrota capitalista mundial: la primera etapa va desde la crisis del banco de inversión norteamericano, Bear and Stern, en julio de 2007, hasta el derrumbe de Lehman Brothers, en septiembre de 2008; la segunda, desde esta fecha hasta el default inminente de Grecia que se desarrolla en estos días. Vuelve a la escena lo que los analistas anglosajones llaman el counterparty risk, o sea la amenaza de bancarrotas financieras, que se estimaban superadas a partir de las emisiones macizas de dinero por parte de los bancos centrales (...).

La causa fundamental del hundimiento del plan de rescate, incluso antes de que se pusiera en efecto, es el monstruoso ajuste que exige al pueblo griego. La poda gigantesca del poder adquisitivo de la población -bajo la forma de reducciones salariales y jubilatorias; aumentos siderales de impuestos al consumo; serrucho enorme al gasto social- augura una agudización de la recesión económica que no puede sino agravar la incapacidad del fisco para honrar la deuda pública. Precisamente por esto, se estima que ésta debería aumentar en el período del ajuste, no solamente en proporción al PBI sino también en términos absolutos(...). Ocurre que la mayor parte de la deuda pública de Grecia se encuentra en manos de bancos locales, aunque dominados por la banca de Francia y de Alemania. Esta circunstancia ya ha suscitado una corrida de depósitos y una fuga de capitales (al paraíso fiscal de Chipre). (...)

Sin embargo, del mismo modo que puso de manifiesto la inevitabilidad del default griego, el rescate dejó al desnudo que el epicentro de la bancarrota no se encuentra en Grecia, sino en Alemania y Francia. La evidencia de que la crisis griega amenazaba la sustentabilidad de los bancos públicos germanos (Landesbank), fue lo que precipitó a la primera ministra Merkel a decidirse por el plan de rescate que había rechazado hasta ese momento en forma consistente.

(...) Para algunos de los más calificados observadores, estaríamos asistiendo a un plan de desmantelamiento parcial de la Unión Europea bajo la batuta de Alemania, que habría ganado a Francia para la causa. (...)

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