Al menos 65 personas murieron, 14 desaparecieron y más de 2,5 millones de encuentran afectadas por las lluvias torrenciales caídas en el sur de China, que además han arrasado 9.900 viviendas, según el Ministerio de Recursos Hídricos.

Las lluvias arrasaron más de 100.000 hectáreas de terreno cultivable en las provincias afectadas: Sichuan, Chongqing, Guizhou, Jiangxi, Guangdong y Hunan.

Chongqing fue la localidad más afectada, con al menos 31 muertos y unas 8.000 viviendas destruidas por los torrentes de agua causados por los ríos y presas desbordados. Más de 85.000 personas fueron realojadas por las autoridades locales.

Los servicios meteorológicos locales pronostican nuevas lluvias en las provincias de Jiangxi y Hunan, que sólo hace un mes sufrían una de las peores sequías registradas en cien años en el suroeste de China.