Hemos vivido una semana en la que los rumores se han convertido en movimientos financieros especulativos. En todos los rangos jerárquicos del proceso de intoxicación a la ciudadanía se han lanzado diatribas, juramentos, implosiones de ira, explosiones de grandilocuencias semánticas y todo ello a partir de un supuesto rumor en el que se aseguraba que el Reino de España paga sus deudas externas tarde, mal y nunca. ¡Eso es mentira! Salieron a coro, pero las bolsas bajaban y bajaban. ¿Qué significa que las bolsas bajen o que el Ibex-35 esté por debajo de los diez mil puntos? Eso lo saben los dueños de las destilerías, los porteros de los clubes de alterne de lujo y los concesionarios de automóviles de alta gama. El resto de los mortales, para los responsables de las bajadas y subidas, somos un simple rumor. O un tumor.

Un tumor se ha encaramado entre los rumores, para copar la importancia informativa. El Rey ha sido operado para extirparle un tumor. Pero dicen que es benigno. Se monta un espectáculo, se cortan programaciones, se da una ruda de prensa de esas multitudinarias, pero todo va bien. Los médicos dicen que lo encontrado es benigno. No hay cáncer. Bueno, bueno. Los rumores ahora se van a colocar al lado de los tumores y nos van a ir alterando los humores debido a sus temores. Lo que el pueblo no consigue, el tiempo lo acaba arreglando. Es cuestión de esperar.

Pero los rumores se pueden convertir en tumores. Los ataques especulativos, a partir de un rumor o de un supuesto error informático, se convierten en tumores para millones de ciudadanos del mundo. El miedo del capital se convierte siempre en terror para la gente normal. Un tumor que nunca es benigno. ¿Es cierto que los especuladores están atacando desde los mercados a los países, al euro, a las democracias? ¿O es un rumor más? Lo que se presiente es que es posible desestabilizar desde el sistema operativo de los mercados a bancos, empresas y países, lo que debería diagnosticarse como un tumor a extirpar inmediatamente. Fue un diagnóstico que varios doctores hicieron hace más de un siglo. Las cirugías de entonces no logaron erradicarlo. Todo son metástasis malignas.