Crisis del sistema financiero, crisis de la economía real, crisis de la deuda pública, y vuelta a empezar. No hay ninguna duda de que los verdaderos paganos de estas crisis concatenadas de los tres últimos años son los trabajadores y trabajadoras. En este marco, el derrumbe que se vive en las bolsas desde unas semanas, aunque agudizado esta última, tiene culpables evidentes: los especuladores. ¿Quién son los especuladores? Pues bien, son los mismos que fueron ayudados en sus momento para ponerse a salvo cuando les estalló en las manos la crisis de las hipotecas subprime. Los mismos que se llevaron enormes indemnizaciones cuando dejaban entidades a punto de quebrar, si no quebradas como Lehman Brothers. Los mismos que con sus sistemas de especulación hacen palanca para empujar los índices hacia abajo y luego se ponen a «quitar el dinero» a los inversores poco avispados o, simplemente, mal aconsejados por ellos mismos o por sus colaboradores. Los mismos que lloran y lloran para que se hagan trizas los derechos de los trabajadores mediante reformas laborales que sólo consiguen aumentar la pobreza, no la de ellos, por supuesto. Los mismos bancos que hacen de la tercera vía de funcionamiento, la especulación pura y dura, su principal fuente de actividad, dejando de lado aquellas más básicas como hacer de depositario de los ahorros de los ciudadanos o conceder préstamos para inversiones productivas. Con este panorama, ¿qué se puede esperar a corto plazo en las bolsas? Nadie lo sabe. Pero, sin hacer de adivino, es factible una reacción al alza de los índices cuando se confirmen las medidas de recortes sociales de los estados más debilitados por las sucesivas crisis -eufemismo: plan de ajuste- o la confianza no sea objeto de debate sino un sentimiento generalizado. Y claro está, cuando los especuladores se den por satisfechos con el botín. Como siempre, sus soluciones serán dolorosas para los que menos tienen o, simplemente, ya no tienen. No habrá novedades. El último paga. Lo veremos también en la reforma laboral del Gobierno Zapatero.