GARA > Idatzia > Kirolak> Futbola

CRÓNICA Derbi en Gal

El día en que Irun se convirtió en la capital del fútbol guipuzcoano

Real Unión y Real Sociedad se enfrentaban en liga por vez primera en Gal desde que el 22 de noviembre de 1964 disputaran el último enfrentamiento que se saldó con un 1-3 para los blanquiazules. 45 años y medio después, Irun se volvió a convertir en la capital del fútbol guipuzcoano.

p047_f01_111x111.jpg

Joseba ITURRIA

El derbi tuvo un carácter especial desde la mañana en Irun, donde las dos aficiones se volcaron por su carácter histórico y por la importancia de los puntos en juego. Desde el mediodía se empezaron a concentrar aficionados de ambos equipos en en las calles peatonales próximas a la plaza San Juan, especialmente en los bares de la calle Mayor, donde se empezó a calentar el ambiente del derbi.

Los taberneros de la zona agradecieron tanto como las arcas del Real Unión la llegada del derbi en una zona en la que, junto a muchas personas vestidas de gala -unos cuantos se pusieron de acuerdo para casarse ayer en Irun- predominaban los aficionados con la camiseta de la Real. Pero también había un buen número de unionistas, que intentaban convencer a los blanquiazules de que no necesitaban ayer los tres puntos.

Esa superioridad numérica blanquiazul se mantenía en el descenso de las peñas tras el poteo hasta el campo de Gal, donde se ubicaron en los dos fondos, uno de ellos sin cubrir, con la fortuna de que la climatología concedió ayer una tarde de tregua. Pero no sólo había aficionados blanquiazules en los dos fondos, también en las tribunas principales se dejaban ver, aunque allí los unionistas eran mayoría. Así lo demostraron cuando antes del inicio cantaron de pie, con su bufanda o su cartulina blanquinegra, el himno del Real Unión.

Las dos aficiones dieron un ejemplo de lo que es animar a su equipo. Cuando los realistas empezaban con los gritos de «Real, Real», rápidamente se veían respondidos con los de «Unión, Unión». El espectáculo era precioso en un campo lleno en el que hasta en las tribunas de asientos había un buen número de aficionados de pie. Y lo más bonito era algo que por desgracia no puede ser habitual en el fútbol, que aficionados de los dos equipos puedan ver juntos con toda normalidad un partido en el que hay tanto en juego para ambos sin que se registrara ningún problema.

Una pancarta reivindicativa

A pesar de que la libertad de expresión no existe en los campos de fútbol y se retira cualquier pancarta reivindicativa por norma, en la tribuna situada enfrente de las cámaras de televisión se desplegó una pancarta con el lema «Herri Baten Ilusioa... borrokan. Aupa Real Union eta Irungo Preso Politikoak Stadium Galera Orain», justo en el momento en el que los remeros de Hondarribia salieron el campo entre un pasillo formado por los jugadores de la Real Sociedad y Real Unión para efectuar el saque de honor tras proclamarse campeones de Gipuzkoa y de Euskal Herria.

Esa pancarta de apoyo a los presos de Irun fue colocada después en la zona alta de la Tribuna sin que nadie la retirara porque los encargados de la seguridad se limitaron a pedir que los aficionados de la Real que seguían el partido encaramados en las vallas se bajaran y los ertzainas prefirieron ocupar posiciones secundarias.

Y es que cuando hay aficiones vascas en un campo los únicos incidentes se registran cuando intervienen los policías. Así no hubo problemas y sólo al final del partido un seguidor realista fue retenido por la seguridad privada, detención recriminada por aficionados blanquiazules.

Fue una maravilla el ambiente y así lo vieron los dos entrenadores. Iñaki Alonso lo destacaba: «Ambientazo, parecía un campo inglés. He visto mucha camiseta azul y blanca y el ambiente y el campo ha sido precioso y ojalá las arcas del club hayan resultado beneficiadas».

En la misma línea Martín Lasarte comentó que «el ambiente ha sido fantástico. Si llega a aparecer un genio y me quita 20 años... Pagaría por quitarme 20 años y jugar un partido así».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo