El pique en la previa de los derbis suele ser el ejemplo más claro de la competitividad desatada entre las distintas aficiones. De esta guisa, es más que evidente que la rivalidad entre Bilbao Basket y Baskonia es mucho mayor que hace tres o cuatro años, y todo porque el cuadro bilbaino ha subido notablemente de nivel.

Lagun Aro GBC aún parece lejos de ofrecer la resistencia precisa ante un Caja Laboral Baskonia; es decir, un equipo en la élite de la ACB. Además, los donostiarras tienen la salvación asegurada. Es por ello por lo que no parece haber mucho ambiente previo al derbi de este mediodía. Salvo que el devenir del partido lo desmienta, no parece que el choque entre gasteiztarras y donostiarras tenga demasiada sustancia.

Y es que la campaña ha sido larga y dura, con muchos avatares en cada uno de los contendientes. Tras 32 jornadas, los de Pablo Laso enfilan la recta final del curso 2009/2010 con los deberes hechos. Mientras, Caja Laboral Baskonia tiene ya los ojos puestos en el play off, para el que busca asegurar la segunda plaza. Los de Ivanovic necesitan una victoria para lograr ese propósito, siendo éste el ingrediente que desequilibra mentalmente el derbi en favor de los alaveses. Sólo la ausencia por lesión de Barac y Eliyahu equilibra las fuerzas. También es seria duda Domen Lorbek, debido a un esguince.

Pablo Laso, sabedor de que los suyos pueden dejarse llevar por la relajación, busca evitarlo a toda costa. «Con el objetivo cumplido, queremos acabar en una buena dinámica. Enfrente tenemos a uno de los equipos punteros que llega en un buen momento de juego. Para ganar debemos hacer un partido muy completo y ser capaces de que no vayan a guarismos altos», reconocía.

El técnico admitió que el derbi de este mediodía «siempre tiene algo de especial. Ha sido mi casa, donde he crecido como jugador y pasé 11 años de mi carrera. Pero cuando te metes en el vestuario y estás centrado en el partido, realmente se olvida todo y te centras en lo tuyo».