AFICIONADOS Vuelta al Bidasoa
Shilov resiste al Caja Rural y gana
El equipo navarro logró el doblete en Irun, con Simón y Herrada, aunque se quedó a seis segundos del triunfo final en la ronda sub 23.
Unai IRARAGORRI
Por segundo año consecutivo, la Vuelta al Bidasoa se fue a Rusia de la mano de Sergey Shilov, tras una trepidante y emocionante última etapa en Irun. El Caja Rural reventó la carrera y Jesús Herrada se quedó a seis segundos de la victoria final, mientras que Sebastián Tamayo (Cafés Baqué) sufrió y se vino abajo muy pronto.
La etapa se revolucionó cuando en Agiña, segunda ascensión de Primera tras Aritxulegi, el líder Tamayo cedió y se quedaron por delante 16 corredores, todos los favoritos, excepto el colombiano. Hasta Erlaitz llegaron más ciclistas, pero nunca el colombiano, hundido.
La batalla final se desató en Erlaitz. Dani Díaz y Chernetsky atacaron y se formó un grupo de ocho corredores que se jugó la etapa y la vuelta: Simón, Herrada y Yelko Gómez (Caja Rural), Shilov y Chernetsky (Lokomotiv), Navardauskas (La Pomme), Díaz (Baqué) y Bilbao (Naturgas).
Se jugaron el tipo en un descenso más peligroso debido a la lluvia, incluso Simón se fue al suelo. La vuelta era de Shilov, vencedor el primer día y al que una caída en Jaizkibel le apartó del maillot amarillo.
Navardauskas buscó el triplete a cinco kilómetros, pero fue el catalán Simón el que se escapó a falta de dos y consiguió abrir hueco. El Caja Rural intentó poner la guinda, Herrada trató de soltar a Shilov -sólo les separaban siete segundos-, pero fue en vano y al menos lograron el doblete en la etapa, el segundo puesto en la general y la clasificación por equipos. Por su parte, Tamayo llegó de amarillo a casi seis minutos.
AsÍ que el Lokomotiv ganó la Vuelta al Bidasoa por segundo año consecutivo, ya que Shilov superó en el podio a Herrada y Navardauskas, éste la gran sensación de la ronda tras sus dos exhibiciones y sus dos victorias, mientras que Simón se quedó cuarto y Díaz quinto.
Tamayo cedió pronto
Sin duda, Cafés Baqué fue uno de los perdedores de la jornada, y aunque Díaz peleó hasta el final el tiempo que cedió el primer día le resultó insalvable. En cualquier caso, su vuelta ha sido notable, con dos segundos puestos, un tercero y el maillot de la montaña para Díaz, además de los dos días de líder de Tamayo. Por eso, Ruben Gorospe se mostraba «muy orgulloso».
En cuanto a los corredores vascos, ciertamente han estado muy lejos de los corredores extranjeros, pero sí nos tenemos que quedar al menos con algunos detalles. De brillante hay que catalogar la vuelta de Bilbao, de segundo año, séptimo al final después de ir de menos a más, y lo mismo se puede decir de Bagüés, décimo, y una sorpresa muy agradable, en un Bidelan-Kirolgi en el que también han destacado Mitxelena, mientras que en el Caja Rural también se ha dejado ver Ibarguren pero las caídas le han lastrado.
El colombiano de Cafés Baqué Sebastián Tamayo partió de líder pero mostró su debilidad ya en Agiña, mucho antes de lo que esperaban sus rivales, lo que desató la lucha por el triunfo final bastante antes de lo previsto.
Pello Bilbao (Naturgas) logró codearse con los mejores en Aritxulegi, Agiña y Erlaitz y llegó en el grupo delantero para terminar séptimo en la final y mejor vasco, por delante de Bagüés (Bidelan) y Bizkarra (Naturgas).
Alejandro Hernández, director del Caja Rural, se mostraba satisfecho de la Vuelta al Bidasoa de su equipo. «Estamos contentos, por un lado, por el primer y segundo puesto en la etapa, pero también con un poco rabia por quedarnos tan cerca de haber ganado», destacó.
En cuanto a la etapa, no esperaba que Tamayo cediera tan pronto. «Pensábamos que iba a dar más guerra. Quizá le ha podido la presión. Nosotros hemos querido morir matando y nos ha salido muy bien. Hemos demostrado que siempre plantamos cara, pero en las carreras de aquí estamos muy vigilados y no hemos podido rematar», explicó.
U.I.