Santiago Cervera registró ayer en el Congreso español una pregunta dirigida al Ministerio de Interior sobre las pasadas fiestas de la Txantrea para saber, según dice, «por qué un concurso de calderetes se convirtió en un acto de apoyo a presos de ETA».

También pregunta a Pérez Rubalcaba por «el uso de menores para enaltecer a terroristas», dando por supuesto que «diversos niños fueron utilizados para hacer apología del terrorismo luciendo pegatinas de apoyo a presos etarras».

Cervera agrega que se colgaron pancartas de apoyo a Joseba Fernández, y pregunta a la Delegación del Gobierno español en Nafarroa si ha iniciado «alguna investigación o abierto expediente a los organizadores» y «qué actuaciones lleva a cabo o va a realizar para «depurar responsabilidades».

Además, quiere que Rubalcaba informe si la Delegación del Gobierno tiene previsto instaurar «algún protocolo de actuación para evitar que se repita el enaltecimiento del terrorismo en cualquier otra fiesta popular» que se celebre en Nafarroa.

Primera respuesta masiva

La pregunta de Cervera en el Congreso se registró horas antes de que representantes de la Comisión de Fiestas de la Txantrea ofrecieran una rueda de prensa para valorar la reciente aprobación en el Ayuntamiento de Iruñea de una moción en la que UPN y PSN criminalizan a los organizadores de todos los actos festivos.

La rueda de prensa se realizó ayer por la tarde en el mismo lugar donde se disparó el chupinazo, y también comparecieron miembros de diversas comisiones de fiestas de otros barrios, de la plataforma Gora Iruñea! y cientos de vecinos de la Txantrea, incluidos los integrantes del zanpantzar, equipo de sokatira, gigantes y kilikis, dantzaris y grupos musicales.

En nombre de la Comisión de Fiestas, Felipe Castell criticó el «circo» montado por el Ayuntamiento de Iruñea en torno a los calderetes y «el ridículo que hicieron con sus policías y su piscina», pero sobre todo la moción aprobada por UPN y PSN en la que acusan a esta comisión de convertir en acciones de apoyo a los presos de ETA todos los actos que organiza.

A su juicio, lo que busca UPN no es sólo «tapar su bochornosa actitud» el día de los calderetes al desparramar 20.000 litros de agua en el Paseo de los Alemanes. «Habitualmente -recordó Castell- después de estas bravuconadas suelen llegar las multas, y en este caso han dado un salto adelante intentando criminalizar al barrio y a su Comisión de Fiestas».

A este respecto, constató que esta comisión «trabaja por la cultura en la Txantrea y ni pone ni quita pancartas, ni pegatinas, ni carteles, ni nada», y añadió que «ni podemos ni queremos ser censores de la libertad de expresión».

Por otra parte, ayer se conoció un informe del Area de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Iruñea sobre los calderetes de la Txantrea, en el que no incluye ni una sola alusión al vertido de 20.000 litros de agua para tratar de evitar dicho acto ni revela la identidad de la persona que tomó esa decisión.

En este informe del equipo de UPN se dice ahora que el pasado año «no fue positivo» el desarrollo de los calderetes en el Paseo de los Alemanes, y revela que la Policía Municipal recibió «quejas de tres vecinos».

Respecto a esta edición, acusa a los vecinos que acudieron a hacer los calderetes de intentar «producir desórdenes».