Tabakalera tiene previsto celebrar una «semana de despedida» desde hoy y hasta el próximo sábado antes de cerrar sus puertas durante al menos tres años para llevar a cabo una reforma que convertirá el edificio en un nuevo centro de cultura contemporáneo. Sin embargo, nadie se esperaba que, en vísperas de que esto suceda, el alcalde de Donostia, Odón Elorza, pusiese en entredicho la viabilidad de este proyecto. El primer edil escogió, además, un diario local para hacer públicas sus nuevas reflexiones, sin haberlo hecho antes en ninguna comisión con el Consejo de Administración compuesto por el Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el propio Ayuntamiento. Desde Tabakalera, rechazaron hacer cualquier valoración al respecto a la espera de que el Consejo se reúna «de forma urgente» para analizar estos planteamientos.

Elorza propone ahora una moratoria sobre el nuevo proyecto de Tabakalera y plantea abrir un debate que redefina el reparto de los gastos que se crearían a consecuencia de sus actividades una vez concluida la reforma. Según señala en las declaraciones recogidas por el diario local, quiere poner el debate sobre la mesa de las tres instituciones que conforman el Consejo en el marco de una reflexión global sobre las inversiones culturales previstas en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa para los próximos años, en un marco de recesión económica que ha provocado la caída de la recaudación. «Desde mi punto de vista -recogía ayer el «Diario Vasco»-, no pasa nada si las instituciones lo analizan y llegan a una conclusión que pueda ser: en este momento las cosas no están como hace tres o cuatro años y, po lo tanto, hay que ver si se puede paralizar el proyecto durante un tiempo razonable. Antes de que no tenga vuelta atrás, hay que considerarlo».

Elorza propondrá «abrir un proceso de reflexión rápido sobre la conveniencia de iniciar la inversión tan fuerte de Tabakalera, sabiendo lo que luego va a suponer de incremento de gasto corriente para cada institución». Una cifra que «asusta» al primer edil donostiarra. «Es momento de plantearse las cosas en profundidad, no vale engañarnos».

Elorza considera que, en un momento como este, abrir un debate entorno a Tabakalera es «una cuestión de responsabilidad». «Si ahora hemos reducido la cantidad para atender las casas de cultura, el Teatro Victoria Eugenia, la Fundación Kursaal, el Festival de Jazz y Zinemaldia, con ese menor dinero, ¿vamos a poder absorber dos casa de cultura (la de Aiete y la de Intxaurrondo), más San Telmo (que abrirá sus puertas en 2011), más luego la programación de Tabakalera?», se preguntó.

Análisis general

Sin embargo, considera que el de Tabakalera «es un proyecto al que no se debe renunciar, pero lo que pongo sobre la mesa del Ayuntamiento y del resto de las instituciones es si en este momento de crisis económica, con la que está cayendo y que va a seguir en 2011, nos metemos ciegamente» en una inversión de tal calibre. Por ello, el debate que plantea el alcalde de Donostia se centra también en el modelo de financiación del gasto que generará la actividad del futuro centro, que se repartirán a partes iguales las tres instituciones que componen su Consejo de Administración.

Elorza tiene la vista puesta en lo que considera «un agravio comparativo» respecto a Bilbo. «Cuando sale Bizkaia diciendo que hay que hacer el Guggenheim II, yo me enfado porque habría que hacer un análisis de todo Euskadi, revisando los proyectos culturales y dejando para más adelante los que han salido a última hora», aseguró. En ese sentido, recordó que «todavía no tenemos Museo Balenciaga, ni San Telmo en condiciones, y tenemos que apoyar el mantenimiento de Chillida-Leku, aunque sea, entre comillas, de propiedad privada. Y ahora, ¿nos vamos a meter en este otro tinglado de Tabakalera? Bueno, por favor...». A su juicio, «hacer todo lo que se había previsto para estos años es imposible. No nos engañemos».