El que fue considerado el hombre más rico de China en 2007 y 2008, el empresario Huang Guangyu, fundador de la cadena de distribución de material eléctrico y electrónico Gome, fue condenado ayer a catorce años de prisión por corrupción, marcando un abrupto fin al ascenso de un hombre que empezó de cero y encarnaba el éxito de los chinos.

Huang, de 41 años, fue sentenciado por «soborno, cohecho, tráfico de información privilegiada y prácticas comerciales ilegales», informó la agencia china Xinhua. Además, se le impuso una multa de más de 70 millones de euros al tiempo que las autoridades se incautaban de casi 24 millones de euros de activos en su poder.

Huang era presidente de Gome, que tiene más de 1.200 establecimientos, y su éxito, continuado con el de sus inversiones en el sector inmobiliario, le aupó en 2008 al primer puesto -con cinco millones de euros- en la lista de millonarios que cada año confecciona la revista china especializada «Hurun» y al segundo en la de la estadounidense «Forbes».

«Negocios ilegales»

El empresario, que comenzó su carrera a los 16 años con la venta de radios y otros aparatos eléctricos en puestos callejeros tras dejar los estudios, fue detenido en noviembre de 2008 y acusado en enero de 2009 de «prácticas de negocios ilegales». Entonces fue relevado al frente de la compañía, aunque sigue siendo su accionista principal.

Durante el juicio, el 23 de abril, la Fiscalía insistió en había incurrido en «comercio ilegal de divisas extranjeras a través de Hong Kong, abuso de información privilegiada en relación a una empresa que cotiza en la bolsa de Shenzhen y sobornos por más de 540.000 euros a responsables públicos», indicó «China Daily».

En su época de gloria, era presentado por los medios de comunicación como un modelo de empresario, que había sido capaz de subirse a la ola de las reformas económicas chinas.