«Hay que salir a la huelga para garantizar los servicios públicos»
Izaskun Garikano pide a la sociedad, ante la huelga que se producirá mañana en el sector público vasco, que sea consciente de «la gravedad del ataque de los recortes sociales» y dice que no es «por la rebaja del salario sino mucho más, porque hay una estrategia de privatizar lo público».
Juanjo BASTERRA |
La mayoría sindical vasca ha convocado a 170.000 empleados del sector público a la huelga para hacer frente a los recortes sociales que las adminis- traciones públicas han puesto en marcha con la disculpa de la crisis, mientras que a los que encendieron la mecha de la crisis mundial no sólo se les ha financiado para evitar su quiebra sino que en este momento piden cuentas para que el sector público adelgace. «La salida más fácil es el recorte de salarios y la privatización de servicios públicos, para que ganen más los de siempre», explica Garikano.
¿Por qué la mayoría sindical convoca huelga mañana en el sector público vaso?
Porque las medidas de recorte social son injustas y porque, detrás de las mismas, se esconde un fin claro de deteriorar el sector público. La huelga va en defensa de los servicios y el empleo público. La clase traba- jadora es la que más necesita servicios públicos, porque una persona en paro necesita de la sanidad pública, de una buena educación y de servicios sociales. No es una huelga aislada, la mayoría sindical ya hicimos otra huelga el 21 de Mayo del año pasado. Dijimos entonces que si no cambiaban las políticas vendrían los ajustes, pues ya están aquí. La huelga es una respuesta por parte del sindicalismo reivindicativo en defensa de los derechos y de los servicios públicos, en defensa de los trabajadores que somos los más perjudicados de la crisis.
¿Por qué?
Hay que contextualizar la situación. Es la banca la que genera esta crisis. Le dieron miles de millones para evitar la quiebra, cosa que no se ha hecho con ninguna empresa privada que haya estado sometida a un expediente de regulación, y menciono Gamesa Altsasu, que cerró esta pasada semana. En los países en los que se han puesto en marcha este tipo de medidas, Letonia, Lituana, Grecia y ahora Estado español son países que tienen la menor recaudación fiscal y el menor gasto social. Están a la cola de la UE. Tienen un sector público subdesarrollado y unos sistemas fiscales muy poco progresivos. Tienen como denominador común que el fraude fiscal en estos países se sitúa entre el 20% y 25% del PIB, pero quienes se quejan de la falta de recursos, no actúan en este tema. En el Estado español, pusieron en bandeja 230.000 millones para la banca. Ha hecho uso ya de 61.000 millones. Esa cantidad supone el déficit de dos ejercicios en el Estado español y dos veces el gasto en prestaciones sociales. Es una cantidad importante, pero en vez de decidir pedirles cuentas, se actúa contra el bolsillo de los trabajadores.
¿El sector financiero pasa la factura en estos momentos?
Hay que darse cuenta que a la banca se le oferta todo este dinero al 1%, y lo utiliza para comprar deuda pública de la que saca una rentabilidad de entre el 7% y el 10%. Esa rentabilidad que obtienen va en función de la calificación de esos bonos de deuda pública de cada uno de los estados. A más riesgo, más rentabilidad. Para paliar esa actuaciones de ahogo de los países por esa deuda, que se ha utilizado para ayudar a los bancos, se ponen una serie de medidas que van a recortar derechos sociales, servicios públicos y reducir salarios. Es absurdo, la banca y poderes públicos generan esa crisis y nos encontramos con medidas que afectan básicamente a la clase trabajadora.
Han actuado con absoluta irresponsabilidad y sometidos a los intereses de los poderes económicos. Detrás de esos recortes se esconde la estrategia de desmantelar lo público, abrir lo público al mercado, para que de nuevo los beneficios que se obtengan no lleguen a la sociedad, sino a unas pocas manos. Además, no se puede olvidar que tras estas medidas llegarán otras que agravarán la situación económica actual. Hablo de las reformas laborales, de las pensiones y de la negociación colectiva que se negocian en Madrid.
¿Qué piensa cuando algunos políticos dicen que no es el momento de hacer huelgas?
Decimos no. La solidaridad tiene que llegar a través de la fiscalidad. No puede ser de otro modo, no puede ser que quienes en peor situación están se vean obligados a los recortes, más en esta situación de crisis. La respuesta de los trabajadores del sector público es la huelga.
¿Las siglas de los gobiernos cambian, pero las medidas son similares?
Así es. Su objetivo es reducir los servicios públicos y aplicar una medida populista y fácil de tomar como la rebaja de los salarios a los funcionarios. La pérdida salarial no va a generar bolsas de dinero que ayuden a paliar la crisis, sino lo contrario. Se atacan los derechos sociales, se ataca los salarios y a los servicios públicos, pero además no se tiene en cuenta lo que días antes firman. No son de fiar.
¿Por qué dice eso?
Después de reducir los salarios del sector público vendrá la destrucción de empleo público y luego la privatización de más servicios. La gente tiene que entender que estas medidas no van dirigidas a paliar la crisis. Llevamos tiempo diciendo que la desmantelamiento de lo publico es una estrategia que se gesta en los 90. El índice de precariedad en los ámbitos de gobierno en Hego Euskal Herria supera el 30% y en la adminis- tración municipal, 40% con muchos contratos en fraude de ley. El número de trabajadores subcontratados en muchas ayuntamientos es mayor que la plantilla. Se ha generado una admi- nistración paralela y precaria, a mitad de precio y con muchos menos derechos laborales.
«Quienes nos dicen que no hay dinero, resulta que han aprobado ayudas a la banca por 230.000 millones y ya han utilizado 61.000 millones, cantidad que supone el déficit de dos ejercicios y dos veces el conjunto de prestaciones sociales de todo el Estado español»