SEGUNDA La zona alta se comprime, aunque los blanquiazules mantienen cuatro puntos sobre el tercero y con el average a favor
Injusta derrota en el Ruiz de Lopera
Un grave error de Rivas al extender el codo para despejar un balón dentro del área permitió a Emaná marcar de penalti el único gol de un partido que la Real tenía controlado. Lizondo Cortés impidió la reacción de los de Lasarte al expulsar injustamente a Mikel González.
BETIS 1
REAL SOCIEDAD 0
Joseba ITURRIA
La Real no pudo eliminar al Betis de la lucha por el ascenso tras perder un duelo que jugó bien y tuvo controlado hasta que Diego Rivas cometió un grave error al dar vida a un rival que no inquietaba con un penalti que no admite dudas. Después no hubo posibilidad de reacción porque un pésimo árbitro no tuvo mejor ocurrencia que expulsar enseguida a Mikel González porque un balón golpeó en su espalda. Por si fuera poco, Carlos Martínez fue expulsado y, con nueve, casi se puede dar por bueno un resultado que permite mantener cuatro puntos y el average particular sobre el Betis y el Cartagena, que junto al Hércules están empatados a puntos entre el tercer y el quinto puesto.
Fue una derrota injusta porque el encargado de impartirla en el campo no acertó en la mitad de las decisiones que tuvo y en esa ruleta rusa la Real salió perjudicada porque no debió ser expulsado Mikel González y porque pudo sancionar también algún penalti en el área local.
Pero tampoco se pueden buscar las razones de la derrota únicamente en la labor de Lizondo Cortés. A Diego Rivas en vez de colocarle a la altura de los dioses alguien le deberá decir algún día que en el fútbol el balón sólo se puede tocar con las manos si se juega de portero. Tiene la suerte de que no le pitan la mitad de las manos que comete, pero un jugador que actúa en su demarcación tiene que saber esconderlas mejor siempre. Porque no es una acción en la que llegue al balón desequilibrado porque hace un gran esfuerzo para evitar algún centro. Está quieto e instintivamente, como tantas veces, extiende el brazo para despejar el balón con él. Así de una jugada que no tenía ningún peligro ante un Betis que no había sido capaz de crear una clara oportunidad hasta ese instante, nació el gol que condenó a la Real a una derrota que por juego no mereció. Tampoco hizo méritos para ganar porque para ello hay que meter goles y los blanquiazules llevan tres en nueve partidos. Ayer no acertaron con las tres oportunidades claras que tuvieron y tampoco fueron capaces de rematar ninguna jugada a balón parado cuando ésa es una baza a la que se debe agarrar un equipo con tantos problemas para hacer goles como el guipuzcoano.
Por ese error grave de Rivas, por el de Lizondo Cortés al sancionar una mano inexistente que además de suponer la expulsión de Mikel González habría motivado el 2-0 de no mediar una doble intervención de Zubikarai y por esa falta de gol la Real se complica sus opciones de ascenso, aunque todavía la situación es muy favorable.
Partido abierto desde el inicio
Y fue una pena porque lo demás la Real lo hizo muy bien. Desde el pitido inicial se vio que el encuentro no iba a tener nada que ver con el jugado una semana antes contra el Castellón. Si entonces el colista de la categoría se limitó a defender el punto que regala el reglamento por no hacer nada, ayer los dos equipos salieron decididos a jugar a fútbol con intensidad y valentía. A la Real le podía valer un empate tras la igualada del Hércules y la derrota del Cartagena, pero no quiso especular con el resultado porque jugar a empatar suele conducir a la derrota. Así, la Real salió a ganar con una actitud y una intensidad digna de elogio.
Carlos Martínez subió constantemente por su banda en el primer tiempo, sin que Xabi Prieto lo aprovechara para nada más que para dar un buen centro que Griezmann cabeceó sin encontrar la portería. Las mejores oportunidades de la primera mitad fueron para los de Martín Lasarte, con un buen remate con la izquierda de Nsue que detuvo Goitia, que también despejó otro remate del delantero balear sin que Griezmann acertara con el rechace. Fue tras una falta en la que Prieto peinó para Zurutuza, una jugada que los realistas repitieron varias veces y en la que el medio punta fue agarrado, sin que se dejara caer, antes de buscar el pase a Nsue.
Hubo hasta tres jugadas en las que los blanquiazules pidieron penalti en el área del Betis, pero los árbitros parecen empeñados en no pitar más pena máxima a favor del líder que la que falló Carlos Bueno ante el Elche.
La Real se adaptó mejor al partido, pero le faltó acertar con esas dos claras opciones, mejores que la más peligrosa del Betis, que llegó en un remate sin mucho ángulo de Emaná ante el que Zubikarai respondió con una buena intervención.
El cuadro bético tampoco supo crear peligro en los seis saques de esquina que botó y la mayor incomodidad para la Real llegó con las tarjetas amarillas con las que fueron sancionados sus dos centrales.
En la segunda parte la Real sí estuvo más conservadora, como era lógico. Sin embargo, la ocasión más clara hasta el gol de penalti de Emaná la tuvo la Real en un centro desde la izquierda de Griezmann que Xabi Prieto cabeceó alto. No es que fuera la oportunidad más clara. Fue la única de un segundo tiempo en el que parecía que iba a costar mucho mover el marcador.
Pero llegó la jugada del penalti, la de la expulsión y en inferioridad la Real lo intentó, pero no fue capaz de crear la más mínima ocasión de peligro. Por ello salió derrotada y ahora tiene la necesidad de ganar el sábado al Villarreal B en Anoeta en un partido que complica la derrota de ayer porque los castellonenses vendrán primados.
Dándole la oportunidad de que expresase lo que sentía en la rueda de prensa, Martín Lasarte indicó que «si digo lo que me pide el cuerpo, se complica. Así que será mejor intentar controlar la calma. Es una pena. Hemos hecho un gran esfuerzo. Creo que no merecemos irnos, con una circunstancia de un penalti en contra, con derrota. Hicimos mas mérito para controlar un partido de retorno, pero nos faltó pegada, gol».
Preguntado por el hecho de que a la Real sólo le han pitado un penalti a favor a lo largo de la temporada, el técnico uruguayo respondió que «es raro, bastante raro».
Por otro lado, a pesar de esta dolorosa derrota y de la manera en que se produjo, Lasarte dejó bien claro que «el grupo está preparado, lo va a conseguir», refiriéndose al ascenso.
El portero Eñaut Zubikarai, por su parte, reconoció que «estoy bastante enfadado por lo que ha pasado durante el partido. Creo que hemos jugado muy bien. Lo que nos podía haber pitado a nosotros en el primer tiempo lo ha pitado a ellos en el segundo, y así se ha decidido el partido, porque en general ellos no nos han hecho mucho daño y nosotros hemos estado muy bien».
GARA
La Real pernoctó ayer en Sevilla, donde hoy tomará un avión que le llevará a Loiu. Desde ahí el equipo irá a Zubieta a entrenarse, mañana descansará y el miércoles empezará a preparar el partido del sábado (20.00-ETB) con el Villarreal B en Anoeta.
Un gol en el minuto 94 permitió al Depor eliminar de la Copa al juvenil (1-1 en la ida). Iñigo Rodríguez marcó el 0-1 (m.3) y Zelaia el 1-2 (m.43) que se mantuvo hasta el minuto 80. Entonces el Depor logró dos goles en cinco minutos, empató Jon Manuel en el 85 y en el último corner marcó el Depor el 4-3. Jugaron: Tena; Aldalur, Muñoa, Julen (Egaña), Zaldua, Alejandro, G. Zelaia, Pardo, Xabier (Edu), Iñigo (Sergio) y Barcina (Jon Manuel). El infantil se proclamó campeón tras ganar 4-0 ayer al Antiguoko.