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Nuevo afectado por amianto en la plantilla del Hospital de Cruces

En mayo falleció el trabajador de 62 años Javier Rojo por un cáncer derivado de la inhalación de amianto en su actividad como fontanero de la plantilla de mantenimiento del Hospital de Cruces-Gurutzetako Ospitalea. Hace un mes, a otro trabajador, Elías García, también del servicio de mantenimiento, se le dectectaron placas pleurales que podrían evolucionar a algo más serio. ESK denuncia ante este segundo caso la ocultación de datos por parte de la dirección.
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Juanjo BASTERRA |

Al trabajador de mantenimiento del Hospital de Cruces, Elías García Jorín, de 56 años, le han detectado placas pleurales en la revisión médica. Es un síntoma inicial de que ha tenido contacto con el amianto u otros productos, aunque en Mutualia no figuraba esa incidencia sobre la salud del trabajador. La detección se produjo hace menos de un mes, como explicó el afectado. Se trata de un hecho grave porque en mayo falleció por un cáncer derivado del amianto el trabajador Javier Rojo Cruzado, que prestó servicios como fontanero en la plantilla de mantenimiento en ese centro hospitalario de Barakaldo.

Según declaró Elías García a GARA, en el hospital le dijeron que «siga trabajando, que no es nada grave». Advirtió, no obstante, que su trabajo de mecánico de mantenimiento lo sigue haciendo sin protección alguna para prevenir la inhalación de posibles fibras de amianto u otros productos.

La aparición de esos síntomas es el primer estadio de la enfermedad, que en muchas ocasiones progresa a una asbestosis y posteriormente a un mesotelioma (cáncer). «No llevamos nada. Sólo nos han dicho que, si tenemos alguna duda en cualquier zona, paremos y no se haga nada hasta que haya un control exhaustivo». Es decir, en un centro sanitario tan importante «nos guiamos por la intuición», porque «no saben ni ellos dónde hay amianto, aparte de las uralitas».

Entre 60 y 80 trabajadores

La plantilla de mantenimiento comprende entre 60 y 80 personas y el hecho de una nueva aparición de un afectado ha motivado una fuerte preocupación entre los trabajadores.

ESK ha denunciado que «ante un tema tan sensible como el descubrimiento de amianto en el hospital, donde ya son dos los trabajadores afectados en el plazo de seis meses, la dirección no ha tenido mejor idea que negarse de forma rotunda y reiterada a la participación de los delegados de prevención en la Comisión de Seguimiento del Amianto».

Esa comisión está realizando un mapa del amianto en el hospital, como señaló a GARA Valentín Terés, subdirector de Servicios Generales, aunque desde que se conoció el caso de Francisco Javier Rojo en diciembre del año pasado «se ha tardado en actuar», entre otras razones, porque hasta que Osalan y la Inspección de Trabajo ratificaron que el mesotelioma pleural fue por haber inhalado amianto, la dirección del Hospital de Cruces no actuó con la debida prevención, como denunció la familia del fallecido a este diario.

ESK denuncia que «ante las obras en el Bloque A y en el helipuerto, la dirección opta por cerrarse a cal y canto, negando la información al Comité de Seguridad y salud, y a los delegados de prevención impidiéndoles ejercer su labor de vigilancia y control de la normativa de riesgos laborales». Este grado de dificultad por conocer lo que está ocurriendo también lo denunció LAB.

Por eso, ESK denuncia «la actitud oscurantista» del hospital y consideran que es «una actitud incomprensible e intolerable, porque un problema de tanta repercusión para la salud de los trabajadores exige la participación más amplia de todas las partes implicadas y una transparencia total».

«Seguridad»

Valentín Terés, subdirector de Servicios Generales del Hospital de Cruces, señaló a este diario que en las instalaciones del hospital existe amianto y que se está «cartografiando», pero dijo que «estamos tomando medidas para que ningún trabajador esté expuesto» y se deshizo de cualquier responsabilidad indicando que el período de latencia es «muy elevado» y «llevo poco tiempo en el Hospital de Cruces». Ocultó, sin embargo, la aparición de las placas pleurales en Elías García.

Dejó claro que «el amianto se recomendaba para ciertos procesos hasta el año 1984 y mientras no se manipule no presenta riesgo», desoyendo diferentes sentencias judiciales que ya advierten de que en 1942 se obligaba a la prevención por su peligrosidad. Terés reconoció que la prevención de los trabajadores fue una carencia hace años, no en el momento. También admitió que hubo «algunos trabajos de desamiantado» en determinadas obras del hospital.

UN FALLECIDO

En mayo falleció el fontanero de la plantilla de mantenimiento Javier Rojo Cruzado, después de que en diciembre del año pasado le detectaran un mesotelioma maligno. Entonces, CCOO de Euskadi denunció que Osakidetza no comunicó la sospecha de enfermedad profesional, ni el centro sanitario adoptó medidas preventivas en cuanto se conoció el cáncer.

ESK DENUNCIA

La sección sindical de ESK del hospital ha denunciado el «oscurantismo» sobre los trabajos que se están realizando de detección de amianto en el hospital, que existe en determinadas zonas, y lo han puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo.

Hasta 2001 se utilizaba amianto para las juntas de fontanería

El informe de la Inspección de Trabajo sobre el trabajador Javier Rojo, que falleció en mayo, desvela, una vez que Osalan confirmó el contacto con el mineral cancerígeno, que existe amianto en el hospital de Cruces por muchas zonas.

La inspectora reconoce que el edificio es de 1955, antes de que se utilizara amianto, pero después, entre 1971 y 1980, se termina de construir el hospital infantil y la clínica maternal, la tercera fase de la ampliación del pabellón de servicios, el de la dirección, docencia y residencia, y el de anatomía patológica. «La década de los 70 es cuando con mayor profusión se utilizó amianto en la construcción, y en particular, en los edificios de alta ocupación, como los hospitales».

El informe confirma que el suelo original del actual Hospital de Cruces está formado por losetas vinílicas, «conocidas como `ceflex', que se corresponden con las losetas de vinilo-amianto que producía y comercializaba la empresa Ceplástica de Ariz». Esos suelos se fueron sustituyendo, según se iban renovando las instalaciones. También localiza amianto en las tuberías y bajantes. «Los fontaneros reconocieron que preparaban hasta 2001 las juntas y empaquetaduras con amianto». También tenían amianto los tejados de fibrocemento, los calorifugados de autoclaves, la estructura de bovedillas». La Inspección de Trabajo informa de que la Unidad Básica de Prevención del Hospital de Cruces indica en la evaluación de riesgos de 2006 que «no se recoge exposición a amianto», pero las labores del trabajador fallecido le hicieron estar en contacto con el mismo. J. BASTERRA

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