El Estado español dobla la tasa de paro de la Eurozona, según la OCDE
Los últimos datos sobre el desempleo entre los países más desarrollados que forman parte de la OCDE muestran que el Estado español sigue a la cabeza en porcentaje de paro. Dobla con un 19,9% a la media de la Eurozona, un 10%, pero se aleja de forma considerable de la tasa media en la OCDE (8,6%). Aunque la organización que dirige Angel Gurría no explica las causas de ese desequilibrio, es claro que se debe al modelo laboral basado en la elevada precariedad.
Juanjo BASTERRA
Los últimos datos de la OCDE sobre la tasa de paro en mayo confirman que el Estado español -con una porcentaje de desempleo del 19,9%- dobla el resultado de la zona euro (10%) y es de los seis países en los que creció el desempleo entre abril y mayo. En conjunto, los países más desarrollados redujeron en una décima la tasa de paro (8,6%); la Eurozona se quedó con el 10%, igual que el mes de anterior; y Estados Unidos bajó en dos décimas, hasta el 9,7%.
La tasa de paro entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) descendió una décima en el mes de mayo con respecto a abril, del 8,7% al 8,6%, según informó ayer la organización con sede en París, que destacó al Estado español como el de peor comportamiento respecto al paro, ya que alcanza al 19,9% de la población activa.
Aunque esa organización internacional no muestra las causas del elevado desempleo en el ámbito del Gobierno español, queda claro que el mercado laboral español ha sido el más vulnerable debido a la elevada precariedad laboral. Despedir, como en repetidas ocasiones han señalado las organizaciones sindicales, ha resultado «más fácil y barato» que en cualquier otro país de la OCDE.
De los veintidós países sobre que la OCDE ofrece datos cerrados hasta el mes de mayo, el peor es el Estado español, con el 19,9%, seguido de bastante lejos por Eslovaquia (14,8%) e Irlanda (13,3%). En el otro lado de la balanza se encuentran Holanda (4,3%), Austria (4%) y Corea del Sur (3,2%).
Hay que tener en cuenta que en seis de esos países el desempleo creció en mayo (Bélgica, Irlanda, Japón, México, Portugal, Estado español), mientras que bajó en diez (Australia, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Corea, Polonia, Suecia, Hungría y Estados Unidos).
La Federación Gizalan de ELA denunció ayer que el programa de formación y práctica laboral «Betikolan», para perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos, que ha puesto en marcha el Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno de Lakua, «en lugar de crear empleo y servir como vía de inserción social a colectivos de personas, está siendo utilizado para sustituir el empleo ordinario con estos contratos muy subvencionados con 1.500 euros al mes». Anunció que presentará denuncias ante la Inspección de Trabajo, ante Bienestar Social de la Diputación de Bizkaia y el Departamento de Trabajo.
Criticó que, aunque la consejera Gemma Zabaleta «lo presentó como un proyecto para atajar el desempleo cronificado y para dotar de puestos estables y bien remunerados» a un total de 300 de las 390 personas con renta de garantía, en la práctica «se ha convertido en una herramienta de destrucción de empleo ordinario, sirviendo a las empresas como mano de obra gratis para cubrir todo tipo de necesidades e incluso cumpliendo servicios mínimos en huelgas lo que está dejando fuera a personal que era contratado habitualmente». J. BASTERRA
La OCDE presentó ayer el informe sobre «Las migraciones internacionales» que concluye que «desempeñarán un papel decisivo en el crecimiento económico a largo plazo» y admite que «con la crisis disminuyeron, pero los emigrantes remediarán la escasez de mano de obra en muchos países».
Según los datos, en 2009 se acentuó la reducción de inmigrantes hacia países desarrollados. En 2008, «las entradas de emigrantes hacia los países de la OCDE retrocedieron un 6%, cayendo a 4,4 millones, frente al aumento del 11% de media cinco años antes». Sin embargo, ese organismo internacional precisa que «los emigrantes desempeñarán un papel crucial a largo plazo, porque los países miembro de la OCDE necesitarán trabajadores suplementarios para preservar el crecimiento y la prosperidad». La mitad de los inmigrantes tienen contratos de trabajo temporales y precarios, por lo que son los que más han sufrido con la crisis. La OCDE pide apoyo a los gobiernos para «que hagan valer los derechos en cuanto a prestaciones y les ofrezcan ayuda para buscar empleos», y exige que no se establezcan nuevas barreras. J. BASTERRA
