El Gobierno de Panamá anunció la noche del domingo, madrugada de ayer en Euskal Herria, que aceptaba la suspensión temporal de una parte de la polémica Ley 30 que modifica varias normas laborales, después de diez días de huelga y protestas convocadas por el sindicato de trabajadores bananeros de Changuinola (occidente).

El acuerdo suscrito tras dos días de diálogo entre ambas partes prevé la suspensión de tres artículos de la ley que restringen derechos sindicales y del ejercicio de huelga hasta que se alcance un «acuerdo nacional» sobre el tema, en un plazo no superior a 90 días, según indica el texto del pacto que se firmó anoche en el poblado de Changuinola, recogido por Efe.

El arreglo, suscrito entre otros por el vicepresidente, Juan Carlos Varela, y el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Banano, Genaro Barrett, pone fin a una protesta que derivó en graves enfrentamientos entre los trabajadores y las fuerzas de seguridad panameñas desde el pasasdo jueves.

Los choques se saldaron, según informes oficiales, con dos muertos, 120 heridos y más de un centenar de detenidos.

«Nunca debimos llegar a este punto porque el diálogo era el mejor camino para resolver esta situación», afirmó Varela en una conferencia de prensa ofrecida para dar cuenta del recién alcanzado acuerdo.

Los artículos suspendidos temporalmente, establecían entre otras cuestiones la eliminación de la obligatoriedad del pago de la cuota sindical, la posibi- lidad de suspender los contratos de los huelguistas y sustituirlos con otros trabajadores, además de contemplar el empleo de la Policía para garantizar la protección de la empresa en caso de conflicto laboral.

«Las partes se comprometen a mantener un clima de paz y entendimiento hacia el futuro con el propósito de que todos trabajen en paz y en tranquilidad», recoge el texto, en el que ambas partes se comprometen a que «cualquier otro problema que se vaya a dar se resuelva mediante el diálogo».

Normalidad

Poco antes del acuerdo, y dadas las condiciones de tranquilidad de la población, el gobernador de Bocas del Toro, Bonifacio Ábrego, decidió decretar el fin del toque de queda que regía en la ciudad de Changuinola.

Asimismo, el Gobierno panameño ordenó la reapertura del aeropuerto de Changuinola y la Policía confirmó el despeje de la carretera que comunica la ciudad con el resto del país.

El ministro de la Presidencia fue hasta la prisión de la ciudad para explicar el acuerdo a los detenidos por el conflicto para luego dejarlos en libertad.