Nunca ha llevado los galones en su equipo. Tampoco ha sido el que más camisetas ha vendido. Ni el más aclamado por los aficionados. Ni siquiera su estatura resalta entre sus compañeros. Nos referimos a un jugador que el domingo aparcó en Johannesburgo el adjetivo de inadvertido para ser protagonista en todo el mundo y convertirse en un serio candidato al balón de oro.

Sin quererlo, su gesta comenzó a forjarse en 1999, tres años después de llegar a La Masía. El manchego fue el autor del gol del Cadete B del Barça en la final de la Nike Premier Cup, una competición considerada como un Mundialito sub-15. En aquel momento, el albaceteño confesó lo siguiente: «Hasta ahora es el gol más importante de los que he marcado». Aún no sabía lo que le esperaba por vivir.

Su talento sobre el terreno de juego le fue llevando a pasos agigantados hasta el primer equipo, donde debutó en octubre de 2002. Ya en 2008 logró la Eurocopa con la selección española. Pero la leyenda se fue forjando aún más el año pasado en Stanford Bridge ante el Chelsea, cuando un gol suyo en los últimos minutos del partido permitió al Barcelona clasificarse a una final de Champions que terminaría venciendo ante el Manchester United.

Después hizo pleno (6 títulos), una temporada de ensueño para todo el Barça dirigido por Pep Guardiola. Pero aún quedaba un sueño. Y la leyenda del centrocampista terminó de moldearse el domingo, en el minuto 126 de una final del Mundial, momento en el que Holanda y España empataban a cero en la prórroga. Fernando Torres asistía al de Fuentealbilla, un defensa holandés rechazaba la pelota a los pies de Cesc Fábregas y éste volvía a cederle el balón. No se lo pensó. Controló, miró a portería y su disparo se coló en la meta holandesa, dándole a España su primer Mundial de la historia.

No se ha mencionado su nombre en todo el relato. Ni falta que hace. Porque su nombre quedará marcado por mucho tiempo en la historia del fútbol. Y con letras mayúsculas.

MVP para Forlán. La FIFA ha nombrado al uruguayo Diego Forlán como el mejor jugador del Mundial de Sudáfrica 2010. El delantero ya cuenta con dos Botas de Oro y un Balón de Oro.

Müller, pichichi y el mejor joven. A pesar de empatar a cinco goles con Villa, Forlán y Sneijder, la FIFA otorgó el trofeo de pichichi al alemán por el mayor número de asistencias. Además, ha sido nombrado como el mejor jugador joven del Mundial.