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TOUR 2010 La carrera vivió su jornada de descanso antes de afrontar hoy la etapa alpina con un mayor desnivel

Samuel y Contador hacen un balance positivo y autocrítica

El asturiano reconocía su error en la llegada a Morzine Avoriaz, pero hacía una lectura positiva de su actuación y negativa de las bajas de Txurruka y Juanjo Oroz. El madrileño sacó la conclusión de que debe seleccionar los ataques de los rivales a los que debe responder.

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Joseba ITURRIA | MORZINE

Dos pequeños hoteles separados por un centenar de metros junto al teleférico que lleva a los esquiadores de Morzine a la estación de Avoriaz fueron los escenarios en los que en la jornada de descanso del Tour Samuel Sánchez y Alberto Contador hicieron autocrítica, pero también un balance positivo del final de la etapa del domingo.

Samuel Sánchez admitía su equivocación al lanzar el sprint demasiado lejos, pero «tengo que sacar una lectura positiva. No hay que darle más vueltas a lo sucedido. Al final me pudieron el corazón y las ganas y tenía que haber pensado con la cabeza. Me precipité muchísimo cuando lancé el ataque a falta de 400 metros de la llegada y eso fue lo que me costó no poder disputar la victoria».

También influyó la estrategia sorprendente de Andy Schleck, que se limitó a disputar la etapa y renunció a sacar más distancia sobre los restantes candidatos al triunfo final: «Eso fue lo que me extrañó. Le hice un par de guiños y no entró. Demostró que en el Tour nadie regala nada ni hace un feo a una etapa».

Lo más positivo es que Samuel fue el único que aguantó a Andy Schleck en el primer test serio, aunque no quería sacar la conclusión de que fue uno de los dos más fuertes el domingo: «Fue una situación de carrera sin más. Sabía que a falta de cinco kilómetros si no me quedaba tenía muchas opciones de ganar. Sufrí muchísimo para llevarme la etapa. Vimos la mejor versión mía. A partir de ahora quizás no vaya tan bien, pero tenía la etapa metida en la cabeza y eso me hizo aguantar».

Antes del Tour tenía marcada la jornada de hoy como una de las propicias para ganar la etapa si superaba con los mejores La Madelaine a 32 kilómetros de meta, pero ve difícil que la victoria se dispute entre los mejores: «Entramos en una dinámica en la que hay gente perdida en la general que va a intentar buscar escapadas y para los que disputamos la general será difícil».

Hacía un balance agridulce de los primeros nueve días de carrera: «Estamos bien, en nuestro sitio. Nos gustaría estar un poco más adelante, pero hay que estar contento porque hemos dado un paso importante. Pero mi balance hasta ahora es malo por las bajas que hemos sufrido en el equipo. Me quedan ciclistas buenos conmigo, pero he perdido a dos que eran muy claves. Juanjo me hacía un trabajo que no se ve mucho, pero me llevaba siempre a su rueda. Y Amets es un hombre clave para mí para la montaña, era un corredor para echarme una mano en cualquier situación para muchas cosas y fue una pena perderle».

Contador, «balance muy bueno»

Después de comer era Alberto Contador el que en su hotel hacía un balance «muy bueno porque la clasificación general lo es. Tanto el día del pavés o el que podía haber viento los salvamos sin problemas y estoy muy contento de cómo va el Tour».

Se esforzó por restar importancia a su imposibilidad de seguir a Andy Schleck y sacaba su lección de lo sucedido: «Las conclusiones no pueden ser demasiadas porque era un puerto bastante tendido y las últimas arrancadas fueron casi en terreno llano. Salí a cuatro ataques de Kreuziger, Van den Broeck, Samuel y Gesink, y mi conclusión ha sido buena, que debo seleccionar los rivales a seguir. No tengo que salir a por todos. El equipo está en muy buenas condiciones y yo también me encontré bastante bien».

A la hora de concretar a qué rivales pensaba seguir respondió que a «Andy Schleck, que es el rival más directo, y a otros como Evans, Leipheimer o Menchov, que ruedan muy bien contra el crono y a los que tampoco les puedo dejar coger tiempo. Sigo pensando lo mismo que antes de empezar. Hay un grupo de favoritos y destaca el corredor al que más fuerte le hemos visto en la montaña, Andy Schleck. Para él lo de Morzine fue un buen golpe psicológico para tener más moral, pero aún queda mucho Tour y a lo que sucedió no le doy importancia».

Consideraba positivo que los rivales lo tomaran como más vulnerable y se animen a atacarle a partir de ahora: «Eso hasta puede ser bueno. Hay gente que pensará que tiene más posibilidades y lo probará, y me puede venir bien para que otros asuman más responsabilidad».

Poco dispuesto a atacar

Se sintió arropado por un equipo más fuerte de lo que todos pensaban. No parece muy decidido a utilizarlo para atacar como ha sido habitual en él: «Tengo la suerte de estar rodeado de un equipo de grandes corredores que además son amigos. Eso hace que tenga una mayor tranquilidad, pero lo de endurecer la carrera o no dependerá de cada día. La táctica dependerá de cómo esté en la general. En los Tours anteriores he tenido que atacar, pero mi situación de ahora, dentro de lo que cabe, es bastante buena y debo medir bien los esfuerzos».

Sobre su cercana renovación con Astana dijo que «mi hermano está hablando con los dirigentes del equipo para intentar llegar a un acuerdo en breve y lo más probable es que continúe en el equipo». Dijo que tras ver cómo resistió Armstrong su desgracia el domingo «le admira más que nunca» y que espera que la baza de Radio Shack a partir de ahora sea Leipheimer.

ALBERTO CONTADOR

Vino a confirmar que lo más probable es que siga en Astana la próxima temporada. Confirmó las negociaciones de su hermano Fran, su mánager, con los dirigentes kazajos para seguir en un equipo en el que ahora se encuentra cómodo.

Riis da por segura la continuidad del equipo

Todo era optimismo ayer en la rueda de prensa del Saxo Bank. Andy Schleck declaraba que tras lo sucedido el domingo tenía más confianza que nunca en sus posibilidades de ganar el Tour, y su director Bjarne Riis daba por segura la continuidad del equipo para las dos próximas temporadas. Saxo Bank deja el patrocinio al término de ésta y Riis ha manifestado que serán dos firmas las que compartirán patrocinio en el maillot y que una de ellas será Sungard, actual segundo sponsor. De lo que no quiso hablar Riis es del futuro de los hermanos Schleck tras el pacto asumido por directores y corredores de no hablar de este tema tras la salida del equipo de su ayudante Kim Andersen por preparar la salida de un nuevo equipo con los hermanos Schleck en Luxemburgo. Joseba ITURRIA

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