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Las marchas orangistas incendian el verano en el norte de Irlanda

Un fin de semana de incidentes ha sido una vez más la culminación del 12 de junio, la fecha clave de las marchas protestantes que los orangistas defienden como expresiones culturales y que son rechazadas como imposiciones en los barrios nacionalistas que atraviesan.

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Soledad GALIANA

La fecha clave del calendario protestante en el norte de Irlanda, el 12 de julio, en el que se conmemora la victoria del holandés protestante William de Orange sobre el rey católico inglés James, ha vuelto a revestirse de conflicto y ha culminado en enfrentamientos en el norte de Irlanda, particularmente en el barrio nacionalista de Ardoyne, en el norte de Belfast, donde la Policía cargó y utilizó cañones de agua para dispersar a un grupo de manifestantes que habían bloqueado la calzada para obstaculizar el paso de los orangistas que regresaban de la concentración protestante en el centro de la ciudad. Al menos un orangista resultó herido por el impacto de un ladrillo.

La Policía tuvo que emplearse a fondo para desalojar uno a uno a todos los manifestantes que realizaban una sentada, mientras grupos de jóvenes arrojaban bombas incendiaras caseras, ladrillos y botellas contra los antidisturbios.

La de ayer fue la segunda noche consecutiva de incidentes en el norte de Belfast. Los disturbios del sábado -cuando los protestantes prenden fuego a las hogueras de la víspera del 12 dejulio- se centraron en la zona de New Lodge, una de las intersecciones tradicionalmente más conflictivas entre protestantes y nacionalistas. En el transcurso de los incidentes del sábado, tres oficiales de Policías resultaron heridos al recibir varios perdigonazos. Otros veinticuatro agentes tuvieron que ser atendidos al sufrir heridas durante los choques registrados en Broadway, en el sur de Belfast, donde por segundo fin de semana consecutivo se han registrado disturbios.

Rechazo de una minoría

El ministro norirlandés de Justicia, David Ford, criticó con dureza a los responsables de los enfrentamientos, cuya organización fue atribuida a grupos disidentes republicanos. «Claramente existe una minoría con ideas republicanas que no acepta el acuerdo que la mayoría apoya», afirmó Ford. «Este rechazo se está traduciendo en actos de violencia, desde las acciones completamente paramilitares que conocemos o la violencia callejera que hemos presenciado en Belfast durante las últimas noches», señaló.

Ayer también se registraron ataques contra la Policía en el puente de Ormeau, que separa un barrio católico de otro protestante, y en Short Strand, un enclave nacionalista en un área protestante. Además, dos encapuchados secuestraron un autobús en Belfast y obligaron a su conductor a abandonar el vehículo en las inmediaciones de la comisaria de Policía de Woodbine tras asegurar que habían colocado un artefacto explosivo, lo que fue desmentido por los artificieros del Ejército británico.

Una de las marchas orangistas que en la década de los 90 provocaba los mayores incidentes violentos en el norte de Irlanda, conocida como la marcha de Drumcree, y que este año se celebró el 4 de julio, transcurrió sin mayores problemas después de que la Comisión de Marchas, organización que decide el recorrido de manifestaciones en el norte de Irlanda, volviera a prohibir su paso por el barrio nacionalista de Garvaghy Road, al considerar que los orangistas locales no han mostrado voluntad de negociación con sus vecinos católicos.

A principios de mes la Gran Logia de la Orden de Orange rechazó oficialmente las propuestas negociadas por Sinn Féin y los unionistas del DUP para la creación de nuevos mecanismos para la decisión sobre el recorrido de las marchas protestantes, que incluían la creación de foros de negociación, mediación y decisión a nivel local entre vecinos y orangistas. Treinta y siete miembros de la Logia votaron en contra y treinta y dos lo hicieron a favor, mientras que cuatro se abstuvieron. El rechazo ha causado enfado en las filas del DUP, que impuso la abolición de la Comisión de Marchas como precondición para la transferencia de Justicia de Londres a Belfast y que ha negociado las propuestas en nombre de la comunidad protestante. Desde el DUP han advertido de que el rechazo de la propuesta legislativa significará el mantenimiento de la Comisión. Además, integrantes de la Logia en Armagh han rechazado la posibilidad de una reunión con el primer ministro norirlandés y líder del DUP, Peter Robinson.

Creciente actividad de los disidentes republicanos

Dos días después de la explosión de una bomba en una carretera secundaria en las cercanías de Belleeks, en el sur de Armagh, la Policía norirlandesa y los artificieros del Ejército británico analizan cuál es el mejor momento para investigar el área afectada por la explosión, que dañó un puente de piedra y provocó un cráter en Carrickrovaddy Road.

La Policía sostiene que la explosión demuestra que la capacidad de los grupos disidentes republicanos es «sustancial», aunque en este caso nadie resultó herido. La Policía norirlandesa trabaja «con cuidado extremo» en este tipo de investigaciones, ante la posibilidad de que la explosión inicial se tratara de un cebo para nuevos ataques contra policías o soldados. «Creemos que no existe un riesgo real para los ciudadanos, ya que es una carretera pequeña y aislada, pero existe un riesgo real para mis oficiales», afirmó la superintendente Pauline Shields. S. G.

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