Martin Garitano Periodista
I need Spain
Han tenido que llegar Patxi López y Rodolfo Ares a Ajuria Enea para que servidor, pobre ignorante de la Historia, radicalizado hasta lo irracional por lecturas envenenadas, cayera en la cuenta de que los vascos necesitamos a España. Es más, pareciera que lo que necesitamos es España.
No es que tengamos esa necesidad para disfrutar de éxitos y satisfacciones deportivas. Para eso ya contamos con un elenco de buenos deportistas y clubes de todas las disciplinas. Nos dan alegrías y penas suficientes. Tampoco parece que nuestra economía ni nuestra industria tengan necesidad perentoria de vincularse a la española y correr su triste suerte. Un tejido industrial y una actividad económica sólida nos permitiría hacer nuestra propia singladura. Y, dicen los expertos, que además nos iría mejor. ¡Qué quieren que les cuente de la cultura! Tenemos la nuestra y no renegamos de las vecinas, que también nos enriquecen. Pero para disfrutar con Cervantes o Moliere no necesitamos España ni Francia. Tampoco necesitamos Gran Bretaña para leer a Shakespeare ni Rusia para Tolstoi. No me hablen de la música y las artes. Yo me quedo con Mikel Laboa, Gari y Maialen Lujanbio, aunque me gusten la rumba catalana, la poesía de Miguel Hernandez o el buen flamenco. No necesito España para arrancarme por sevillanas delante de un plato de buen jamón y unas copitas de manzanilla.
Pero López y Ares están empeñados en convencernos -en inglés, eso sí- de que necesitamos España como el aire para respirar. Repaso las necesidades de nuestro pueblo y, la verdad sea dicha, no encuentro una sóla cuya solución pase por España.
Necesitamos normalizar nuestra vida política y alcanzar la paz. Y eso parece más difícil con España que sin ella. Y necesitamos ordenar la vida laboral, que los derechos de nuestros trabajadores sean respetados en el proceso de creación de empleo y riqueza. Y también eso lo veo más sencillo en nuestro propio marco que en el pasteleo sindical español. Recuperar nuestra lengua es, sin duda, uno de los grandes retos. Yo me fío más de AEK que del Ministerio de Cultura español.
Así las cosas, no se me ocurre para qué necesitamos tánto a España. Tal vez para garantizarnos una plaza hotelera en Benidorm al jubilarnos. Si Zapatero nos deja retirarnos, claro. Y, además, para ir allí no nos haría falta ni pasaporte. Somos europeos.