Alberto Contador y Andy Schleck zanjaron con un abrazo ante las cámaras de la televisión francesa la polémica que les ha rodeado desde el lunes y se retaron para determinar mañana en el Tourmalet y el sábado en la crono de Burdeos quién es el más fuerte de este Tour.

Alberto Contador decidió colgar un vídeo en internet que difundió su servicio de prensa a última hora de la noche del lunes para pedir perdón por lo sucedido y mostrar su voluntad de no poner en peligro por ello la buena relación que mantiene con Andy Schleck, con el que ha disfrutado de las vacaciones el pasado invierno en Brasil.

Contador explicaba ayer que «hice un vídeo porque me apetecía, no tenía ninguna obligación, pero es una situación con la que no me encuentro cómodo. No va conmigo. Además fue porque tenemos una excelente relación Andy y yo. No quiero que se rompa como consecuencia de lo que ha sucedido. Hemos hablado toda la etapa sobre lo que ocurrió y está todo solucionado y no vamos a permitir que nuestra relación se rompa».

El corredor luxemburgués agradeció el gesto de Contador de pedirle perdón con un vídeo y añadió que «hemos hablado mucho de lo que pasó, no es lo que queremos ver, pero pasan esas cosas en una carrera como ésta. Alberto tiene razón. Hemos hablado en la carrera, estamos bien ahora y el Tour no se va a ganar por unos segundos de diferencia. No habrá una guerra por esto, el jueves nos las veremos en el Tourmalet».

Tanto en el vídeo como en sus declaraciones del lunes, Contador quiso trasmitir que camino de Spa ordenó a su equipo parar y no aprovechar la caída de Andy Schleck, que ayer estaba más tranquilo que la víspera y lo admitía: «Es verdad que eso ha sucedido. En Spa podía estar mi Tour acabado y el pelotón ha parado. Si los demás corredores no me esperan, yo no habría estado vestido de amarillo. Camino de Bagneres de Luchon fue una situación diferente».

La televisión francesa pide paz

En la televisión francesa tanto Jalabert como Fignon defendieron ayer que Contador, Samuel y Menchov hicieron lo que debían porque consideraban que la salida de cadena era producto de un error de Andy Schleck que debía ser aprovechado. Un periodista de la televisión gala pidió al luxemburgués que mirara a las cámaras para pedir al público que acabara con los abucheos que recibe Contador desde el lunes cada vez que recibe el maillot amarillo y Schleck accedió a realizar esa petición y el madrileño le abrazó mientras le decía: «Gracias, amigo».

Sobre las dos etapas en las que los dos favoritos se van a disputar el Tour, Contador señalaba «Andy es un grandísimo corredor y a la del jueves le tengo especial respeto. Es durísima, se pueden hacer unas diferencias muy grandes, más que en la contrarreloj. La crono en principio me viene mejor, pero él viene de ser campeón de Luxemburgo de contrarreloj y no va a ser una cosa sencilla».

Andy Schleck era todavía más tajante al afirmar que el Tourmalet decidirá el ganador de la prueba: «Estamos a ocho segundos, que no es nada. El Tour está muy igualado entre los dos y se va a decidir en el Tourmalet, el que se vista el maillot amarillo en su cima ganará el Tour».

Algo que no comparte Contador, que espera aprovechar sus dotes de contrarrelojista el sábado, aunque entiende que no sacará tantas diferencias como el año pasado en Annecy, cuando aventajó al luxemburgués en 1.44 en 40 kilómetros: «Es difícil calcular porque depende de cómo lleguemos de fuerzas cada uno. Además es una crono diferente, totalmente llana, con muy buen asfalto, y dependerá de cómo pegue el aire. Si es favorable serán pequeñas y si es contrario, mayores. Andy ha mejorado un poco en la crono y las diferencias pueden ser algo menores que en las de Annecy».

Gran alegría en Bouygues

Junto a los dos primeros de la general, los protagonistas ayer eran Lance Armstrong y el Bouygues Telecom, que consiguió su segunda victoria consecutiva. Su mánager, el ex ciclista Jean René Bernaudeau, confirmó que el equipo seguirá en el pelotón pese a la marcha de su sponsor «porque el apoyo que tenemos del Departamento de Vendée es muy importante». El próximo Tour saldrá de ahí.

Fedrigo, que ya el pasado invierno quiso dejar el equipo, no quiso confirmar si seguirá con Bernaudeau: «No cierro las puertas a este equipo y Jean René sabe cómo está mi futuro».

Recordaba que sus tres victorias en el Tour -las anteriores fueron en Gap (2006) y Tarbes (2009)- «también llegaron antes de jornadas de descanso y ésta es la más especial porque llega tras subir cuatro grandes puertos en los que me entreno habitualmente y en una etapa en la que estaban mi familia y mis aficionados animándome».