Estos sanfermines han dejado patente el «hartazgo de la ciudadanía» ante unas fiestas que le son impuestas. Ésta es la principal conclusión que saca la plataforma Gora Iruñea de los últimos sanfermines con Yolanda Barcina como alcaldesa de la capital navarra. En un comunicado, la plataforma por unas fiestas populares y euskaldunes, afirma que «si algo ha quedado fuera de duda es que existen dos proyectos, dos filosofías de hacer fiestas en esta ciudad».

Gora Iruñea critica que el programa oficial no tiene novedades desde hace diez años, que la única apuesta que ha hecho la ciudad ha sido «la de la España de guitarra y pandereta» dejando de lado «la cultura y la lengua propias de la ciudad». Frente a todo esto, la plataforma respondió este año con un programa popular que fue torpedeado desde el primer momento por el equipo de Gobierno. Los permisos para las actuaciones les fueron denegados, vía telefónica, dos días antes de que se lanzara el chupinazo. Pese a ello, la gran mayoría de las actuaciones pudieron salir adelante. No obstante, el espectáculo infantil de los payasos Porrotx eta Mari Motots tuvo que anularse. «Los niños y las niñas a los que se les niega cualquier tipo de programación en euskara por parte del Ayuntamiento fueron los más perjudicados», recoge el comunicado que destaca, además, que en aquel momento había dos escenarios montados y disponibles que el consistorio no quiso ceder.

Para poder sacar adelante el programa alternativo, Gora Iruñea se lanzó a la calle «que es tan suya como nuestra». Sin embargo, denuncia ahora que los agentes de policía trataron de impedir la celebración de todas las actuaciones programadas desde los colectivos.

El ejemplo de las peñas

No todo lo que ocurrió en sanfermines fue negativo para Gora Iruñea, ya que valora el plante de las peñas al no acudir a la plaza el domingo como un paso adelante para recuperar unos sanfermines verdaderamente populares. Asimismo, asegura que «la decisión de variar el recorrido previsto para la kalejira del día 11 y no coincidir con la final del Mundial de fútbol es el ejemplo más claro de altura de miras y trabajo por una ciudad y sus fiestas».

Gora Iruñea pone sus esperanzas en conseguir sacar adelante una Comisión de Fiestas que recupere los sanfermines para el pueblo. Pero esta comisión no puede ser «un foro pantomima» como la Mesa de los sanfermines, sino que el protagonismo de la ciudadanía debe ser su rasgo más importante.