Quince meses después de que partiera en un tren desde Baiona y transcurridos más de cuatro desde que su cuerpo fuese «descubierto» en la morgue del hospital Purpan de Toulouse, los restos de Jon Anza regresan hoy a Euskal Herria.

Familiares y amigos recogerán por la mañana el féretro en el tanatorio de Toulouse y realizarán el viaje de retorno para llegar, previsiblemente a primera hora de la tarde, al tanatorio de Ziburu, donde se le rendirá el primer homenaje.

La jueza Myriam Viargues, responsable de la investigación del caso desde que apareciese su cadáver, ha exigido medidas muy concretas para garantizar que el féretro que contiene los restos del militante donostiarra se mantenga en todo momento intacto, ya que la investigación judicial que dirige sigue abierta y no es descartable que en un futuro se revelase necesario efectuar pruebas suplementarias al cuerpo.

Custodiado

La familia ha acordado con la jueza los términos del traslado pero es muy probable que en algún momento del trayecto, especialmente cuando el féretro entre en Euskal Herria, sea custiodado por fuerzas policiales, si bien los organizadores intentarán que su presencia sea lo más discreta posible para evitar eventuales tensiones.

La llegada al tanatorio de Ziburu, que se encuentra en la calle Oihan Alde, en las cercanías del barrio Mariñela, está prevista paras las 16.30.

El acto nacional organizado en su memoria por la izquierda abertzale, bajo el lema «Jon, agur eta ohore gudari», tendrá lugar este sábado, a partir de las 17.00 horas, en el frontón de Ziburu. Allí ha dado cita a sus «militantes y, en general, a la ciudadanía vasca a darle la acogida que se merece».

Además de ensalzar la trayectoria de Anza, la izquierda abertzale ha manifestado que «exigirá a los estados español y francés que, de una vez por todas, aclaren la verdad», ya que consideran que «son ellos los que tienen la responsabilidad del secuestro y muerte de Jon».

La inhumación del militante se realizará en próximas fechas en la intimidad familiar.