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CRÓNICA; el tour en los pirineos

Ni las fuertes lluvias ni los gendarmes arredran a la masiva marea vasca

El Tour vivió su jornada climatológica más adversa. Los millares de aficionados vascos que acamparon en el Tourmalet sufrieron con las fuertes lluvias, pero ni el tiempo ni las medidas de los gendarmes impidieron que las camisetas naranjas, las ikurriñas y las reivindicaciones fueran protagonistas.

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Joseba ITURRIA

Fueron una noche y una mañana terribles en las campas situadas a ambos lados de la carretera que conduce desde Barèges a la cima del Tourmalet. A media tarde del miércoles una fuerte niebla cubrió toda la subida y pronto comenzó a llover con mucha intensidad. La gran mayoría de los vascos desplazados pensaban pasar la noche en tiendas de campaña, pero fue tal la cantidad de agua caída que muchos tuvieron que dormir, poco y mal, en los coches.

Todos los aficionados estuvieron a refugio hasta que paró de llover. El agua y la decisión de los gendarmes de impedir que se subiera en bicicleta ayer el Tourmalet llevó a ESAIT a suspender la marcha ciclista prevista para la mañana después de realizar sin problemas el resto de actividades. También los policías impidieron a los miembros de la coordinadora vasca repartir ayer las cartulinas que se han podido ver estos días en la subida al Tourmalet, en las que aparece una ikurrina y la reivindicación de la oficialidad de las selecciones vascas, que fueron muy bien acogidas.

Los gendarmes estuvieron muy activos y también requisaron buena parte de las fotografías que los familiares de presos políticos vascos querían exhibir ayer en la subida al Tourmalet. Lo que no pudieron impedir fue que miles de banderas con el lema «Euskal Presoak, Euskal Herrira» se vieran en las subidas de todos los puertos.

Tras la tempestad, la calma

Apenas ofreció la climatología una tregua para que pudieran ver el paso de los corredores sin mojarse los millares de aficionados desplazados al Tourmalet. La mayoría han estado allí acampados tres días. La presencia de público fue multitudinaria, con mayoría de vascos y de ikurriñas y camisetas naranjas, pero había aficionados de todos los países que dieron colorido a la subida más esperada.

Entre los millares de vascos desplazados al Tourmalet, destacaban los 160 que conformaban el grupo organizado por Mikel Lizarralde, que fuera ciclista profesional del Orbea en la época de Jokin Mujika y Pello Ruiz Cabestany. Regenta dos tiendas de bicicletas en Arrasate y Oñati y desde hace 17 años organiza una salida al Tour a los Pirineos que este año ha alcanzado su mayor número al juntarse 160 aficionados de la zona de Debaldea. De ellos, la mitad eran jóvenes que habían ido en bicicleta en etapas desde Iruñea hasta Barèges, que es donde colocaron una infraestructura en la que destacaban dos camiones, uno de ellos frigorífico para mantener en buen estado las comidas y las bebidas.

«Con la gente mayor estamos más tranquilos, pero el martes nos vinieron todos los chavales y hemos estado desbordados. Porque además éstos andan mucho en bicicleta -el miércoles subieron el Tourmalet desde Luz St Sauver- y éstos comen y beben a tope», nos explica con buen humor Lizarralde.

En principio es una actividad iniciada por las peñas Aitor Garmendia, Markel Irizar y Jon Odriozola, pero él es el alma máter: «Me metí en esta movida y a gusto, porque ves que la gente disfruta y además ayudan», explica mientras dan de comer a toda la tropa y en un momento moviliza a todos para posar para la fotografía que aparece en esta página.

Y ahí se puede ver cantidad de gente joven, que combina la afición por la bicicleta con las vacaciones. Y eso garantiza que, en el futuro, por mucho que llueva y por muchos atascos como el que había ayer para bajar desde el Tourmalet, la marea naranja, roja, verde y blanca seguirá fiel a su cita anual con las etapas de los Pirineos en el Tour.

IKURRIÑA

Fue la bandera nacional que más presencia tuvo en la subida al Tourmalet. Además de las de tela llevadas por los aficionados, tuvo mucho éxito la distribución de cartulinas de ESAIT con el lema en inglés «Euskal Herria, una nación, una selección».

EN LOS COCHES

Durante la noche y la mañana se registraron fuertes lluvias que obligaron a muchos de los aficionados que tenían pensado pasar la noche en tiendas de campaña a dormir en los coches ante la gran cantidad de agua caída, que cesó al paso de los ciclistas.

SOLIDARIDAD

También fueron miles las banderas con el lema «Euskal Presoak, Euskal Herrira» presentes en toda la subida. Los gendarmes requisaron a familiares de presos las fotografías de todos ellos que pretendían mostrar en la subida al Tourmalet.

GRAN ATASCO

La subida al Tourmalet resultó multitudinaria, con decenas de millares de personas repartidas desde Luz St Sauver hasta la cima del mítico puerto, lo que provocó que se registrara un atasco monumental cuando comenzó la operación retorno.

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