Juicio contra Udalbiltza
Los policías no recuerdan pruebas que relacionen Udalbiltza con ETA
Los agentes de la Policía española que debían de ejercer de testigos fueron ayer los protagonistas de la tercera sesión del juicio contra Udalbiltza que se desarrolla en la Audiencia Nacional española. La ausencia de cinco de los quince policías que debían prestar declaración y la presencia de un agente que fue citado en lugar de otro marcó la jornada. Entre los agentes policiales que declararon, ninguno habló sobre pruebas que relacionen a Udalbiltza con ETA.
Janire ARRONDO | MADRID
Si los acusados ya llegaban al juicio con pocas ganas de escuchar las declaraciones de los policías que intervinieron en la operación policial contra Udalbiltza y, por consiguiente, en las detenciones de muchos de ellos, el desconcierto y la inquietud hizo mella al percatarse de que casi la mitad de los testigos no iban a declarar, y que cinco de ellos ni se habían presentado.
La de ayer fue la tercera jornada del juicio en curso en la Audiencia especial de Madrid contra la institución nacional. Tras la declaración de Larraitz Sanzberro, llegó el turno de los testigos de la acusación; ertzaina uno de ellos y agentes de la Policía española los demás. El juez Javier Gómez Bermúdez indicó que todos ellos declararían a través de videoconferencia, alegando «motivos históricos» que en su opinión demuestran que «la vida de los agentes puede correr peligro si aparecen ante el público». Además, el juez dijo que podía haber «presión subjetiva» para los testigos. Para la sesión de ayer estaba establecido que prestaran declaración 15 testigos que presenciaron la operación contra la institución desarrollada en abril del 2003; uno de ellos, el ertzaina, no prestó declaración, ya que ambas partes de la acusación renunciaron a realizar preguntas.
No localizan a los testigos
Cuando el magistrado comenzó a llamar uno a uno a los policías llegó el desconcierto a la sala, ya que cinco agentes no se habían personado en el tribunal. La secretaria de la sala explicó que fue imposible hacer llegar la citación a dos de ellos, argumentando que uno se encuentra de vacaciones y que el otro está jubilado. Otro de los testigos no acudió alegando que se encuentra trabajando fuera del Estado español. No hubo argumentos para justificar la ausencia de otros dos testigos; incluso el juez mandó a una de las secretarias a mirar en los pasillos, «a ver si van a estar perdidos por ahí», señaló.
En último lugar, uno de los policías que sí apareció no era el que debía; es decir, la Fiscalía española se confundió de agente al solicitar la comparecencia de testigos. Entre el desconcierto marcado por las ausencias, el desorden y los fallos técnicos que en momentos imposibilitaban las conexiones, hubo avisos por parte del juez como «si quiere en el calabozo tendrá más tiempo», dirigido para imputados que mataban el tiempo dándole un vistazo al periódico.
Entre los testigos que sí dieron su testimonio ante el tribunal la mayoría de ellos se excusaron alegando que recordaban vagamente los detalles tanto de las detenciones como de los registros. Todos ellos se remitieron a los atestados que firmaron en su día.
En este sentido, en general, mencionaron ordenadores, documentos en soporte de papel o CD entre los materiales intervenidos en los registros. Hoy por la mañana seguirá el juicio con la declaración de otros seis testigos de la acusación. Al ser interpelados sobre el contenido de los documentos incautados, recordaban haber visto formularios o folletos informativos del EHNA o el «carné vasco», tal y como lo llamaban los policías.
Fue el caso de uno de los agentes de la Policía española que participó en el registro de la sede que Udalbiltza tenía en la Plaza del Castillo de Iruñea. Relató que había «un montón» de formularios para hacer el EHNA.
Hoy declararán otros seis testigos de la operación. Se suspenderá el juicio hasta setiembre y entonces declararán los testigos que se ausentaron ayer.
La ex edil de Oiartzun Larraitz Sanzberro era la única que faltaba para acabar la ronda de declaraciones de los encausados. Ayer, ante el tribunal respondió a las preguntas de la Fiscalía y de la defensa. Aclaró que el único contacto que tuvo con Udalbiltza en calidad de concejala fue la de asistir a asambleas generales. No obstante, en el año 2001 fue contratada por Udalbiltza: primero como dinamizadora de diferentes áreas y, después, como secretaria del consorcio. Sanzberro aclaró que ella se encargaba de levantar el acta de las reuniones del consejo ejecutivo. En este sentido, dejó claro que en dichas reuniones no se mencionaba ni a ETA ni a Ekin. Asimismo, en referencia a la acusación de que Udalbiltza fuera la sucesoria de Euskal Herriko Biltzarre Nazionala, proyecto que la Fiscalía relaciona con ETA, la imputada declaró no conocer dicha iniciativa. También negó que la intención de Udalbiltza fuera la de crear un «órgano de contrapoder con sus propios ministerios», que mediante el EHNA trataran de elaborar un censo de ciudadanos vascos o que una de las labores de Udalbiltza fuera impulsar la creación de plataformas electorales para los comicios de 2003.
Al igual que la semana pasada, el fiscal Juan Moral se empeñó en preguntar sobre si los integrantes de la institución nacional conocían la opinión que había dado la organización armada en diversas ocasiones, a lo que Sanzberro respondió que ella no conocía la postura de ETA y que en Udalbiltza las decisiones las tomaban sus integrantes. J. A.