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DERECHO INTERNACIONAL E INDEPENDENCIA

El Tribunal de La Haya avala la independencia de Kosovo

«No hay norma en el derecho internacional» que impida a un pueblo declarar la independencia. Con ese contundente argumento falló la Corte Internacional de La Haya, máximo órgano judicial de la ONU, sobre la cuestión kosovar. El dictamen, no vinculante pero insoslayable, pone en su sitio a Serbia y a otros estados, como el español, que acusaban a Kosovo de haber violado la legislación internacional al declarar su independencia hace dos años.

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GARA | LA HAYA

La Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) dictaminó ayer que la declaración de independencia de Kosovo no supuso violación alguna del derecho internacional.

El máximo órgano judicial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) concluye, en su sentencia, que «no hay norma en el derecho internacional» que no permita las declaraciones de independencia, por lo que Kosovo actuó conforme a ley en su proclamación de autodeterminación.

«La asamblea de Kosovo tenía poder para tomar decisiones que afectarán a su orden legal», señaló Hisashi Owada, presidente del alto tribunal internacional, que fue el encargado de leer el dictamen en el Palacio de la Paz de La Haya.

En una lectura que duró tres horas, el presidente de la Corte, compuesta por 15 jueces elegidos cada nueve años por la Asamblea de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, Owada sentenció que «la Corte ha concluido (...) que la adopción de la declaración de independencia del 17 de febrero de 2008 no violó ni el derecho internacional, ni la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad, ni el cuadro constitucional». El dictamen se refiere en concreto a la resolución que aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU en 1999, que puso fin a la llamada «guerra de Kosovo» y legitimó la intervención internacional en el enclave. Belgrado se aferró a la literalidad de esa resolución, que pedía una solución al contencioso «dentro de los límites serbios», como a un clavo ardiendo para rechazar la declaración de independencia e insistir en la tesis histórico-mítica de que Kosovo «es la cuna de Serbia».

El largo dictamen, oficialmente no vinculante aunque con una profunda carga política, insiste en que no hay diques en el derecho internacional contra las aspiraciones de los pueblos a su autodeterminación. No entra, sin embargo, en la cuestión de si esa misma legalidad internacional debe avalar en positivo ese derecho de autodeterminación. «La Corte no está concernida por la cuestión que se le ha planteado sobre la polémica de si el derecho internacional conferiría a Kosovo un derecho positivo para declarar unilateralmente su independencia», señaló el juez, que insistió en que la labor del tribunal era únicamente determinar si la citada declaración había violado el derecho internacional. «La Corte no está encargada de decir si Kosovo ha accedido a la cualidad de Estado», indicó.

«Bajo ninguna circunstancia»

Toda una disquisición de técnica jurídica esta última que no pareció saciar al ministro serbio de Exteriores. Vuk Jeremic había aventurado antes de conocerse el fallo que estaríamos «ante un texto largo y complejo. No convendrá sacar conclusiones antes de hacer un análisis concienzudo». El mismo jefe de la diplomacia serbia se apresuró, cuando no había terminado la lectura del fallo, a asegurar que Serbia no reconocerá «nunca, bajo ninguna circunstancia», la independencia de Kosovo.

En una declaración ante las cámaras de la televisión B92, Jeremic auguró «días difíciles y grandes desafíos» e hizo un llamamiento a la calma a la población serbia de Kosovo.

Cabe reconocerle también, en un intento de exculpar su primera reacción, que eran pocos los que esperaban un dictamen tan contundente. Expertos en derecho internacional habían augurado que el fallo de la CIJ sería de «una gran prudencia», a fin de evitar un precedente legal para otros pueblos sin estado.

Jeremic señaló que «debemos mantener nuestra posición de principio, proseguir nuestra lucha pacífica, diplomática y política para salvaguardar nuestra soberanía y la integridad territorial de nuestro país».

Tras anunciar que Serbia abrirá un nuevo frente en la Asamblea General de la ONU, el ministro de Exteriores mostró su esperanza en que este dictamen no dispare los reconocimientos (hasta la fecha 69) de la independencia de Kosovo.

Belgrado cuenta con el apoyo de Rusia, cuyo Ministerio de Exteriores aseguró que el dictamen «no afecta en nada» a la posición contraria del Kremlin a un Kosovo independiente.

Paradojas, el presidente abjaso, Serguei Bagapch, valoró positivamente la sentencia, que a su juicio avala el derecho de autodeterminación de los enclaves de Abjasia y Osetia del Sur y mostraría «lo justo de la posición de Rusia de reconocer nuestras independencias».

«Jornada bendita»

El presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, calificó la de ayer como una «jornada bendita para la República de Kosovo y para todos sus ciudadanos» y, tras recordar que el fallo «despeja todas las dudas que podrían tener» los países que aún no han reconocido la soberanía del nuevo Estado, les instó a hacerlo «cuanto antes».

Sejdiu lanzó un mensaje conciliador a Serbia y pidió a su Gobierno y al presidente, Boris Tadic, a «abandonar la posición que han mantenido hasta hoy».

«Espero que Serbia dé la vuelta y venga a nosotros para hablar con nosotros de tantas cuestiones de interés mutuo, de importancia mutua», declaró el ministro de Exteriores kosovar, Skender Hyseni.

69 estados han reconocido hasta la fecha al Kosovo independiente. Esta posición es liderada por EEUU y por el núcleo duro de la UE. 22 de los Veintisiete han dado el paso al reconocimiento formal y sólo cinco mantenían hasta ayer su negativa, aunque por razones no siempre convergentes.

Entre ellos destaca la negativa del Estado español, que se ha aferrado hasta la fecha a la legalidad de la ONU. Difícil papeleta ahora, cuando el que ha fallado es el máximo órgano judicial de la misma ONU.

El Grupo Popular Europeo, mayoritario en el Parlamento de Estrasburgo y del que forma parte el PP español, instó a los cinco renuentes de la UE a cejar en su posición de no reconocer la independencia de Kosovo.

ALERTA

Tanto la ONU como la OTAN advirtieron contra eventuales protestas o provocaciones tras el fallo. La misión de la OTAN (Kfor) incrementó su presencia militar en zonas calientes de Kosovo.

2008

El Parlamento de Kosovo proclamó la independencia el 17 de febrero de 2008. Serbia y Rusia rechazaron esta proclamación, que ha sido hasta ahora reconocida por 69 estados, entre ellos EEUU y 22 de los 27 estados de la UE.

Estado español

El ministro de Exteriores español, Moratinos, señaló que el fallo «abre una nueva etapa» y apeló al diálogo como «la única vía posible». El español es uno de los cinco estados de la UE (Eslovaquia, Rumanía, Grecia y Chipre) que no reconoce a Kosovo.

EEUU

El Gobierno estadounidense se congratuló por la sentencia y señaló que «ha llegado el momento de que Europa se una tras un futuro común». El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, reiteró antes del fallo el apoyo de Washington a la soberanía de Kosovo.

Sentencias no vinculantes, pero casi siempre respetadas, menos por Israel

La Corte Internacional de La Haya ha emitido 24 sentencias consultivas a petición de la ONU desde su creación, en 1946. Los veredictos del principal órgano judicial de Naciones Unidas versan principalmente sobre cuestiones técnicas relativas a las organizaciones internacionales.

Pero, con la notoria excepción de un veredicto de 2004 que estimaba que partes del muro erigido por Israel en Palestina son ilegales y deben ser destruidas, la mayor parte de sus sentencias han sido respetadas.

Como precisa la propia Corte, «los veredictos consultivos no tienen en efecto carácter vinculante. Compete a las instituciones u órganos internacionales que las han pedido decidir, por los medios que tienen, de la suerte a reservar a esos dictámenes». Sólo los cinco órganos de Naciones Unidas, incluidos el Consejo y la Asamblea General, además de 16 instituciones especializadas de la ONU, están facultados para pedir un dictamen a esta institución judicial.

La competencia consultiva de la corte no debe confundirse con su competencia en materia contenciosa, su atribución principal, que consiste en reglar los diferendos jurídicos entre estados.

Entre los dictámenes consultivos de la CIJ , destaca el emitido en 1971 y que estimó que los estados de la ONU debían considerar ilegal la ocupación de Namibia por la Sudáfrica del Apartheid, y el fechado en 1996 que estimó que «la amenaza o el uso de armas nucleares sería generalmente contrario al derecho internacional».

Los dictámenes de la CIJ «se resumen en la enunciación de leyes preexistentes», señala Jean d'Aspremong, de la Universidad de Amsterdam. «Y pese a no ser vinculantes, son una buena ocasión para la corte para clarificar las leyes y obligaciones de los estados». GARA

BOSNIA-HERZEGOVINA

Las relaciones entre Belgrado y Sarajevo están condicionadas por la cuestión kosovar. Bosnios (45%) y croatas respetan su independencia. Los serbios (31%) la rechazan y amenazan con declarar su enclave independiente.

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