Nevermind People recrea en clave de jazz el gran éxito de Nirvana
La historia de versionear el «Nevermind» de Nirvana nace en el verano de 2009 a raíz de una serie de conciertos monográficos que ofrecen Hasier Oleaga, Aritz Luzuriaga y Jorge Abadías. El trío está acostumbrado, acaso especializado, en obras o artistas específicos. Toman un disco de Pat Metheny y lo remiendan a su manera, se fijan en los Beatles, sus canciones, las recrean y el trío pasa a llamarse Strawberry Fields Forever. Talento y diversión.
P. CABEZA | BILBO
«Nevermind people» es uno de los discos más sugerentes del año en Euskal Herria. Trata de la historia musical del popular «Nevermind» de Nirvana, publicado en setiembre de 1991, alcanzando un sorprendente éxito tanto ese año como el siguiente.
Nevermind People, nombre del proyecto, recrea con lucidez , gancho y brillo canciones como «Smells like teen spirit», «In bloom» o «Come as you», logrando espacio sonoros envolventes, magnéticos y preciosistas. Además, son intervenciones siempre cercanas a los diez minutos, por lo que los desarrollos son amplios, especulativos y seductores. «Nevermind people» mezcla los originales con tramos compuestos por el trío, pero siempre hay un hilo conductor que termina en Kurt Cobain.
En general, la nueva dramatización de «Nevermind» porta un aire inequívocamente jazzy, pero también posee momentos discordantes, como el arrebato final de «In bloom», donde la guitarra de Jorge Abadías se convierte en un pedal de ruido y tensión. No obstante, el aire es plural y apto para todos los públicos. Es un disco que se escucha de maravilla en situación de fondo, pero sin el aire peyorativo que esta circunstancia suele llevar: dignifiquemos los discos que arrullan y nos permiten ser creativos en nuestro trabajo o en la tarea funcional que estemos desarrollando. En este aspecto, «Nevermind people» es adictivo, muy agradecido. Con todo, aún es más valioso si se le permite sonar a pleno volumen, donde apreciaremos cada instrumento con su plano, con espacios para el descanso, con ataques y con las claves de guitarra necesarias para que no se pierda el contexto, «Nevermind».
El concepto
«La idea no surge de ningun lado, ya que desde siempre nos ha gustado hacer covers y música de los artistas que nos gustan. Ya habíamos hecho algun monográfico musical y realmente la gozas cuando te metes dentro de un cosmos musical concreto, ya que de esta forma empiezas a comprender su esencia. Al tocar un disco entero de alguien, da igual su estilo, puedes oler su mensaje, saborear su significado, seguir oyendo cosas nuevas cada vez que lo escuchas o lo tocas. Un auténtico placer si amas la música sin prejuicios», reflexiona el sutil guitarrista Jorge Abadías.
La guitarra, precisamente, es el instrumento que más luce en el disco, aunque todas las interpretaciones son de gama alta, un viaje espacial para el oído. «Inevitablemente, al ser la música en trío, el peso armonico y melódico recae en la guitarra, pero la sensación es que hay un reparto equitativo de roles y responsabilidades. Hasier y Aritz tocan tan bien y te sientes tan arropado por los dos, que sin ellos jamás podría hacer lo que he hecho en este disco. Cada grabación es diferente y las personas y el contexto también, pero sé que de este disco me acordaré toda mi vida porque estos tíos te hacen sentir jodidamente bien. Hablando del sonido en concreto, es el que suelo utilizar en directo para los bolos y es una mezcla de pedales que me gustan, una guitarra Parker y unas válvulas crujientes que dan esa embestida cuando la necesitas».
Jazz y rock
En cuanto al sonido jazz y rock, Jorge matiza: «No pretendo que suene ni más rockera ni más jazzy. Buscaba un sonido y una interpretación personal de la música, que se amoldase a la misma y a mis compañeros. Cada nota y cada sonido están emitidos desde la escucha absoluta de lo que ocurre a mi alrededor. Eso es lo más importante: escuchar».
En cuanto al disco, Abadías lo define como una suite de multiples partes, «que se entremezclan con un tema propio y forman entra todas un collage en el que caben la interpretación y la improvisación en proporción similar».
El proyecto comenzó como trío instrumental, pero, finalmente, llegó una voz. «Es tambien fortuito y causa de un impulso, ya que surge de manera inesperada, y contamos con Ainara para hacerlo».
Jorge Abadías es un músico crecido en Zaragoza, pero afincado en Donostia desde hace unos seis años. Además de diferentes proyectos para verter sus inquietudes, da clases de música en una escuela de Lekunberri.
Hasier Oleaga vive entre Donostia y Barcelona, cuestión de salidas y oportunidades. Aquí ha trabajado, tanto en estudio como en directo, con músicos como Mikel Urdangarin, Gari, Miguel Salvador, Iñaki Salvador... y Ruper Ordorika. No hace mucho que le vimos, precisamente, en Kafe Antzokia acompañando a Ruper. Nos llamó la atención por la frescura y seguridad con la que toca la batería, cada idea, cada golpe, pero también nos marcó su imborrable sonrisa a lo largo de todo el concierto. Hasier además es parte de The Heckler, con los que lleva dos discos, uno editado por Errabal y el otro por Fres Sound New Talent, y un tercero que está por venir y que alberga como concepto el silencio. Asimismo, colabora con la Asociación Libre Orquesta, formación dirigida por un colombiano residente en Barcelona. «Ahora estoy entre Euskal Herria y Barcelona; es una cuestión de trabajo», comenta Oleaga.
Aritz Luzuriaga toca el bajo, también da clases y se libera con los conciertos. Vive en el Casco Viejo de Donostia, pero parece salido de Seattle. La donostiarra Ainara Ortega está muy relacionada con la obra de Iñaki Salvador. Una voz muy sobria.
Todos los músicos se conocieron en Musikene. «Es un buen punto de encuentro, pero no quiero hacerle demasiada publicidad a Musikene, pues los que vamos ya somos músicos y es nuestro esfuerzo el que vale».
El diseño del disco está muy cuidado, es llamativo, con la imagen de Kurt Cobain y un buen trabajo de collage y simbologías, obra de Gotxi.
Nevermind People presenta «Nevermind people. Deconstructing the song of Nirvana», nombre completo, hoy en Bergara a las 22.30 en Espaloia.
P. C.