Raimundo Fitero
Oscilante
En el premio de motos GP del pasado domingo, retransmitido desde Laguna Seca, se añadió una novedad técnica, la cámara oscilante, que es, para entendernos, una mini-cámara que se coloca en lugares estratégicos de algunas motos, y haga lo que haga su conductor, la cámara se mantiene en la misma perpendicular. ¿Me explico bien? Aunque la moto esté inclinada un montón de grados sobre el asfalto, nosotros vemos la imagen desde un punto de vista perpendicular, a plomada, por lo tanto notamos visualmente esa inclinación de una manera ampliada, exorbitada, produciendo un nuevo lenguaje televisivo, en este terreno de las motos, que ya tienen bastantes aportaciones, en esas perspectivas en las que se ve a los pilotos frontalmente inclinándose hacia ambos lados para pasar chicanes o como ahora se llaman, destornilladores.
De repente me viene un impulso: a la mejor sería ideal que los políticos cercanos entendieran el valor de esta cámara que deja ver los movimientos, que aporta una distancia objetiva, y se aplicase a ver la realidad política que se nos está presentando actualmente. Los corredores van cogiendo curvas, inclinan mucho sus motos, pero si seguimos con la visión actual, de cámara fija, no vemos los avances, los matices, las variables. Así a cada movimiento que visto con la cámara oscilante se comprende que es diferente, los que siguen con la anterior mirada, recurren a sus consignas del manual. Hay que cambiar de manual y de cámara fija, por una oscilante, que mire siempre al frente y atienda a la realidad desde todos los ángulos, no con orejeras y visión limitada.
Ciclismo, coches y motos, fueron los programas más vistos el domingo. ¿Lógico? Claro que sí. A excepción de Le Tour, y su sosería elevada a discurso, los coches y las motos, generalmente producen emociones, y aportan lenguajes audiovisuales que levantan a los aficionados de sus asientos. Nunca he estado en un circuito de automóviles, pero si fuera ahora, me aburriría, seguro, porque la televisión me ha mostrado otra cosa, pero mucho más efectiva y divertida. Algo que tiene emoción, cuando la hay, y detalles minuciosos. En vivo, mucho ruido y visual limitada. Como en las motos.