CRíTICA cine
«El diario de Carlota»
Mikel INSAUSTI
No veo la necesidad de ensañarse con productos inofensivos como “El diario de Carlota”, que van dirigidos al público femenino adolescente, pero que pueden ser vistos por personas de otra edad y sexo sin mayores problemas, lo mismo que cualquiera de las series televisivas dedicadas a ese sector de la sociedad de consumo. El debutante José Manuel Carrasco ha hecho una comedia fresca y divertida, cuya ligereza no le impide emplear un tono costumbrista de corte clásico. Sus defectos coyunturales vienen por el lado del casting, agravados con la presencia forzada del actor Maxi Iglesias, cuyos casi veinte años de edad no cuelan en una historia de instituto, por mucho que se quiera justificar su mayor desarrollo físico, tanto en cuanto se trata de un jugador de baloncesto. Está claro que forma parte del grupo estudiantil de la película debido al interés del productor Gerardo Herrero por contar con un rostro popular perteneciente al fenómeno fan. En contrapartida, ha apostado fuerte a favor de conseguir un trío estelar de actrices poco conocidas, que aporten espontaneidad y actitudes propias de las quinceañeras en estado puro.
De las tres protagonistas la que más me ha gustado es Lydia Fairén, todo un hallazgo en lo que a comicidad innata se refiere, incluso llega a hacerse pasar por chico con mucha ironía y dominio del transformismo. Tampoco está mal Lorena Mateo en su papel de roba-novios, mientras que Andrea Ros es una Carlota que interactúa convincentemente con los personajes adultos, sobretodo con su calamitoso padre, interpretado con la gracia que le caracteriza por Luis Callejo. La caricatura paterna permite así ampliar el campo de visión que brinda el diario escrito por una colegiala, hasta completar la ilustración humorística de lo complicada que puede llegar a ser la existencia en la llamada edad del pavo. A los primeros desengaños amorosos o traiciones de las amigas, hay que añadir un padre que no ejerce de tal por culpa de una separación matrimonial mal asumida.
