18.000 controladores de 49 centros del Estado español decidieron ayer, en asamblea de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), votar en favor de la huelga, a consecuencia de las negociaciones con AENA para el nuevo convenio colectivo, según informó Efe. La Junta Directiva de USCA se reunirá hoy para fijar las fechas de la huelga y si será de una jornada o de tres, aunque no será antes de mediados de agosto para cumplir con los plazos legales del preaviso. Para Daniel Zamit, uno de los portavoces de la USCA, el resultado de la votación es la única solución existente en la actualidad, ya que «cualquier situación es mejor que la que tenemos ahora», porque «estamos en manos de lo que quiera hacer AENA. Actualmente AENA está haciendo lo que quiere, y está demostrando que no es receptiva a las negociaciones que dice querer mantener con nosotros, demostrando que no tiene un marco estable para ello». Por su parte, AENA afirmó que mantiene abierta la vía de diálogo y recordó que el lunes estuvieron reunidos en un encuentro donde presentó una tabla reivindicativa de doce puntos.

Antes de la votación, las aerolíneas españolas consideraban que la huelga sería «fatídica» para el sector porque provocaría cancelaciones de vuelos y desvíos de turistas hacia otros destinos.

En palabras de Felipe Navío, presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas, aunque la huelga no se produjese, su anuncio afectará negativamente al turismo, «el único sector de la economía que puede generar empleo y actividad económica».

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos también se mostró preocupada por las consecuencias económicas.