La razón de un estado se convierte en venganza cuándo...

Se preocupa por los presos cubanos (que está muy bien) y se olvida de los más de 700 presos políticos vascos.

Cuando se detiene masivamente a nuestra juventud por colocar carteles o llevar fotos de presos, dejando tras los barrotes hasta 10 años de su vida...

Cuando la delación anónima se convierte en prueba que puede llevar a la cárcel e incluso al destierro a dos jóvenes de Zarautz (si Pablo Iglesias levantara la cabeza... igualito que en la posguerra).

Cuando su misión es vejar y humillar a las familias de los presos, poniendo mil trabas para poder visitarlos (cárceles a 800 kilómetros de distancia...).

Cuando prohíben estudiar en euskera o en la UPV-EHU.

Cuando a personas como Joxemari Sagardui Gatza, que lleva 30 años en cárceles españolas (superando ya los 27 que permaneció Nelson Mandela) o Agirre Agiriano, de 68 años, 29 años preso, enfermo, se les mantiene encarcelados aplicándoles la doctrina del Supremo...

Cuando a una persona como José Luis Elkoro, de 75 años, enfermo de cáncer, alcalde de Bergara durante muchos años, se le mantiene en prisión con una pena de 21 años por seguir haciendo política... A esto se le llama venganza.

Cuando protestar por todo ello es delito...

Cuando a pesar de seguir teniendo todos los derechos no podemos presentarnos a las elecciones (personas que contaminan, le dicen).

Cuando no puedo votar a quien yo quiera... Esto tiene un nombre, dictadura, y para esto no necesitábamos al PSOE, nos sobraba el PP.