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«La Declaración de Impacto Ambiental de Yesa no resulta creíble»

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Miguel Solana
Portavoz de la Asociación Río Aragón

La reciente aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del recrecimiento de Esa implica dar vía libre a un proyecto que se remonta a hace ya tres décadas, según recuerda el portavoz de la Asociación Río Aragón, Miguel Solana. A su juicio, esta DIA «no resulta creíble».

Iñaki VIGOR |

Junto a la Declaración de Impacto Ambiental, se ha establecido la nueva cota máxima del embalse de Esa en 511 metros, lo que supondrá construir una nueva presa de 108 metros de altura, frente a los 78 de la actual. Las obras de recrecimiento están en marcha desde el año 2003, pese a que todavía no está redactado el proyecto definitivo, y ahora se anuncia que no estaría en funcionamiento antes de 2016. Aunque la presa está situada en territorio navarro, la mayor parte del recrecimiento afectaría a tierras y pueblos de Aragón, y en especial a Artieda, una localidad de un centenar de habitantes que agrupa la mayor actividad económica, agrícola y ganadera de la zona. El Ayuntamiento de esta localidad y la Asociación Río Aragón se encuentran entre los mayores opositores al recrecimiento.

¿Merece credibilidad la Declaración de Impacto Ambiental aprobada por el Ministerio?

La Declaración de Impacto Ambiental es un paso muy importante en la tramitación de un proyecto, porque viene a decir que cumple una serie de parámetros que la Administración entiende básicos y supone una vía abierta para que un proyecto pueda continuar. Desgraciadamente, en este país las Declaraciones de Impacto Ambiental suelen venir del mismo órgano promotor del proyecto, y lo único que hacen es adornar las decisiones tomadas desde el promotor. Básicamente, lo que hacen es aceptar sus argumentos, y por eso no resulta creíble.

¿Qué supone esta aprobación para la zona afectada por el embalse de Esa?

Esta declaración da por buena la destrucción de una parte importante de la ZEPA del río Aragón, da por buena la desestructuración de varios kilómetros más del Camino de Santiago y da por bueno un informe negativo sobre la seguridad de la presa. Todo esto revela que la Declaración de Impacto Ambiental no se hace desde un órgano independiente, sino que simplemente le da color a una decisión previamente tomada en el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino.

El proyecto anterior establecía la cota máxima del embalse en 521 metros, y ahora se ha rebajado a 511. ¿A qué se debe?

El discurso oficial dice que se ha hecho para llegar a un acuerdo con quienes nos oponemos a este proyecto. Nosotros decimos que en el siglo XXI no se puede seguir inundando pueblos, como es el caso de Sigüés, y que esto supone beneficiar a quienes tienen intereses con el regadío y, sobre todo, a la propia Administración, que es la máxima beneficiada de tener un gran embalse regulador en cabecera para poder hacer con ese agua planificación a nivel de todo el Estado. Nosotros sabemos que estas grandes infraestructuras son necesarias para una serie de actuaciones estratégicas en el Levante español. Aunque el embalse se rebaje a la cota 511, los `paganos' vamos a seguir siendo los de siempre. En el caso de Artieda, la diferencia entre la cota 521 y la cota 511 es muy pequeña, porque la estructura de terrazas que tiene este territorio hace que, si se mete el agua en ellas, seguirán inundadas aunque se baje diez metros. Es decir, con la cota 511 la afección territorial del recrecimiento sigue siendo muy importante. De alguna manera, este rebaje de la cota se debe a que se han visto obligados a dar respuesta a la fuerte contestación del movimiento contra el recrecimiento. Nosotros entendemos que lo que tienen que hacer es olvidarse ya de estos grandes embalses. Con la tecnología que existe hoy en día se pueden hacer las cosas de manera muy diferente. El papel de la agricultura ha cambiado mucho respecto a los años en que se diseñaron estos proyectos.

Ya se han invertido 89 millones de euros en las obras de recrecimiento y ni siquiera hay todavía un proyecto definitivo.

Esto es un auténtico esperpento, una barbaridad. Es utilizar los fondos públicos de una forma absolutamente absurda. Parece que han olvidado la crisis en la que estamos, y sobre todo el poder económico, por trabajar y funcionar con fondos públicos con esta alegría. Se han invertido casi cien millones de euros de fondos públicos para hacer nada, para estar sosteniendo unas obras que se les siguen yendo, para hacer una obra que es un despropósito total. Es decir, estamos ante un auténtico dispendio de fondos públicos. Si esto ya era poco comprensible hace unos años, que estábamos con vacas gordas, resulta absolutamente indigno que, en un momento en el que hay tantas necesidades, estén gastando el dinero con esta alegría para algo que no va a aportar nada al PIB. Y no queremos entrar en si alguien se está beneficiando de este proyecto, porque cuando se trata de esta ingente cantidad de dinero... en fin, ya sabemos lo que ha pasado en muchos sitios con este tipo de obras. No tenemos pruebas, pero nos parece increíble que aquí estemos hablando de casi cien millones enterrados para nada. Mejor dicho, para crear más inseguridad que la que ya existe con el actual embalse de Yesa.

Para la obra total se habla de 224 millones de euros.

Con los cómputos que nosotros tenemos a fecha de hoy, calculamos que se llegará a los 260 millones de euros. En un momento en que se está paralizando la construcción de las autovías, como la de Jaca-Pamplona, se permiten destinar un gasto de 260 millones de euros, que en la práctica servirían para finalizar esa autovía, sin ir más lejos. Y, desde luego, tendría un efecto infinitamente mejor que el de esta infraestructura de Yesa, que no esconde más que intereses bastante bastardos y está alejado de la realidad de las necesidades de nuestro territorio.

Ecologistas en Acción va a presentar recurso contra la aprobación de la DIA. ¿Y la Asociación Río Aragón?

Este mes de agosto es inhábil en el ámbito jurídico y nuestros abogados están de vacaciones, pero lo abordaremos en setiembre. Sabemos que los recursos hay que meditarlos muy bien. Cuando se decide interponerlos, hay que ser muy rigurosos y saber qué es lo que se puede recurrir. Vamos a estudiar si se puede recurrir la DIA. No hay que olvidar que ha habido muchos debates sobre si las declaraciones de impactos ambientales son recurribles o no. Nosotros creemos que deberían ser recurribles, por la importancia que tienen. En los casos de Itoitz y Yesa la Justicia ha dicho en varias ocasiones que no son recurribles, y tenemos que analizar si lo recurrimos o es preferible esperar a que esté redactado el proyecto definitivo.

El recrecimiento del embalse de Esa se ha convertido en el conflicto más antiguo de esta zona entre Nafarroa y Aragón.

La verdad es que a algunas de las personas que están en la asociación les han salido los dientes con esta pelea. Las primeras movilizaciones se remontan a finales de los años 70, la época en que se plantearon los grandes embalses de Lumbier y Verdún. Cuando se desecharon estos proyectos, llegó el de Yesa. En aquellos momentos ya vimos que la amenaza se cernía sobre nosotros. Cuando en los años 81-82 salió a información pública el proyecto de recrecimiento, ya comenzamos las primeras movilizaciones. Han transcurrido treinta años desde entonces y ahí seguimos.

Este domingo habrá una concentración en Artieda contra el recrecimiento de Esa. ¿Se le da más relevancia a la movilización que a la vía judicial?

La vía judicial la hemos usado, y si tenemos ocasión la vamos a seguir utilizando. Nosotros tenemos claro que el recrecimiento de Yesa afecta a un LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) en el río Aragón, con más de ocho hectáreas de superficie, y ello debe dar motivo para presentar una queja en Europa. También tenemos claro que la afección al Camino de Santiago puede llevar a que solicitemos que sea descatalogada la ruta jacobea. Nosotros vamos a analizar todo este tipo de medidas, pero con documentación y argumentos consistentes, como hemos hecho siempre.

Esas vías judiciales han sido y serán básicas en la protección de nuestra tierra, pero no están reñidas con otras. Nosotros hemos convocado para este domingo una concentración con el objetivo de lanzar un mensaje. Que nadie piense que Yesa es ya un tema cerrado. Llevamos muchos años luchando contra el recrecimiento y entendemos que ahora se abre una nueva etapa. Desde la asociación vamos a seguir utilizando tanto la vía judicial como la vía de las denuncias y las movilizaciones. Este domingo vamos a hacer un primer acto, que será sobre todo de tipo simbólico. Esta acción la realizaremos en la carretera, que quedará cortada al tráfico durante el tiempo que dure.

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Hace 30 años

«A algunas de las personas que están en la asociación les han salido los dientes con esta pelea. Las primeras movilizaciones las hicimos hace ya 30 años.»

«Admiten que la presa está sobre una falla»

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha reconocido que la presa de Esa se asienta sobre una falla geológica. ¿Es la primera vez que lo reconoce?

De manera clara y oficial, sí. Y éste es un dato muy importante, porque, una vez más, se pone de relieve que teníamos razón quienes denunciábamos los problemas del recrecimiento de Yesa. Nosotros dijimos en su momento que la ladera izquierda podía deslizarse, y de hecho hubo un pequeño deslizamiento. Se trata de un terreno inestable, y nadie garantiza que no se pueda reproducir. El geólogo Antonio Casas ya advirtió que la presa de Yesa está asentada sobre una falla geológica, y los promotores de este proyecto lo negaron.

¿Y comenzaron las obras antes de realizar los estudios?

Había informes que decían que sí y otros que decían que no, pero se empezó la obra sin haber revisado un aspecto fundamental, como era saber si estaba asentada la presa sobre una falla geológica. A raíz de las denuncias y presiones de la Asociación Río Aragón y de las movilizaciones de los vecinos de Sangüesa para pedir explicaciones, tuvieron que hacer esos estudios, en los que se ha demostrado que lo que decíamos es verdad. Evidentemente, eso es un elemento más de riesgo.

En cualquier caso, la CHE argumenta que esa falla no se ha movido en los 50 años que lleva hecho el embalse.

Ese argumento es increíble. Es de locos pensar que, cuando hablamos de cuestiones como fallas geológicas, 50 años es algo. Puede no pasar nada en el año 50 pero sí puede pasar en el 51. Lo que está claro es que se trata de un elemento de riesgo. Y además no pueden hacer nada, porque la falla está ahí, les guste o no les guste.

¿La aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental significa que ya no existen impactos ni riesgos?

Los impactos ya los he comentado, y los riesgos siguen ahí. El tema de la seguridad sigue siendo un gran problema. Al final tendrá que salir aprobado un proyecto definitivo, y eso está pendiente de varios pasos administrativos. Mientras tanto, nosotros vamos a seguir oponiéndonos frontalmente. I. V.

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