Julián Sanz afronta hoy un nuevo reto participando en las 24 horas ciclistas de Le Mans, en el mítico circuito de resistencia. Una cita a la que acude después de la Race Across América (RAAM) para comenzar su segunda fase de la temporada.

«Tras la RAAM cuesta recuperar las secuelas que esta carrera te deja, pero una vez se dejan atrás las molestias, vuelvo a encontrar un segundo pico de forma que me gusta aprovechar», comenta el corredor residente en la localidad alavesa de Luiaondo.

Para el ciclista de ultrafondo vizcaino esta prueba «al realizarse en un circuito, ir entre grandes pelotones, es totalmente distinto a la soledad de la RAAM, al infinito de sus horizontes. Es un gran contraste, muy atractivo».

Acude con la pretensión de hacerlo lo mejor posible: «Lo principal es no cometer errores y aguantar en los grupos rápidos que compiten por equipos», añade.