Un comisario de la CE apoya crear impuestos sobre la energía nuclear
El comisario de Energía, Günther Oettinger, respaldó ayer la tesis de la canciller alemana Angela Merkel de que los consorcios energéticos deben pagar como contrapartida a la prevista ampliación de la vida de las centrales nucleares. El Gobierno alemán prepara su nuevo concepto energético y 40 líderes empresariales del país se han unido contra la creación de un impuesto para el combustible nuclear.GARA |
El comisario de Energía de la Comisión Europea (CE), Günther Oettinger, irrumpió ayer en el debate nuclear de Alemania al apoyar las tesis de la canciller Angela Merkel de que los consorcios energéticos deben pagar grandes cantidades como contrapartida a la prevista ampliación de la vida de las centrales nucleares. En declaraciones al diario «Süddeutsche Zeitung», Oettinger respondió a los cerca de 40 líderes empresariales que el pasado viernes se unieron para exigir que el Gobierno alemán olvide su plan de crear un «impuesto para el combustible nuclear o incrementar el impuesto ecológico».
El comisario de Energía, antiguo barón de la Unión Cristianodemócrata de Merkel al frente del estado de Baden-Wuttem- berg (sur), incluso estima un porcentaje de las ganancias que los grandes consorcios energéticos deberían pagar al estado por la ampliación de la vida de las centrales atómicas: «Un 50 por ciento como mínimo sería proporcionado», dijo. No obstante, Oettinge advirtió al Gobierno de Merkel que a pesar de la estudiada supervivencia de las centrales no debe descuidar el resto de sus proyectos de energía, entre ellos la solar, informó la agencia Efe.
Nuevo concepto energético
El Gobierno federal alemán prepara su nuevo concepto energético, que deberá presentar a finales del próximo mes de setiembre y actualmente la propia Merkel hace una gira por el país para conocer las fuentes de energía en Alemania. La canciller persiste en su plan de implantar un impuesto atómico para compensar las ganancias derivadas de una ampliación de la vida de las centrales nucleares, en contra del parecer de la industria del sector, que lo considera un lastre económico.
Según los cálculos del Gobierno, el impuesto sobre el combustible nuclear aportaría cada año 2,3 millones de euros, independientemente de la ampliación de la vida de las centrales.
En una ofensiva sin parangón, 40 líderes de las principales empresas e industrias alemanas se han unido para protestar, mediante una campaña mediática presentada el pasado viernes en el diario «Handelsblatt» y reproducida ayer por gran parte de la prensa germana, contra la política energética, industrial y económica del Ejecutivo de Merkel.
«Una política que apuesta por sanear los presupuestos estatales con nuevos impuestos energéticos bloquea las necesarias inversiones en el futuro» destaca el texto que se publicó ayer en varios diarios de difusión estatal.
Entre los firmantes se encuentran los más destacados líderes de la economía alemana, desde el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, al del consorcio Bayer, Werner Wenning, pasando por el líder de Thyssen-Krupp, Ekkehard Schulz, y hasta el jefe de la Federación Alemana de Fútbol, Oliver Bierhof. «El que los cuatro consorcios energéticos -E.on, RWE, Vattenfall y EnBW- hayan conseguido organizar una alianza tan amplia refleja la gran decepción de la economía tras el primer año de la coalición» cristianodemócrata-liberal que lidera Merkel, escribía el rotativo económico «Handelsblatt».
Los consorcios arremeten contra las energías renovables y aseguran que éstas, «en especial la energía solar, provocan a largo plazo costes suplementarios apreciablemente más elevados que sólo este año serán de 8.000 millones».
Entre los firmantes se encuentran también destacados políticos como el presidente del Consejo Económico Cristiano- demócrata y correligionario de Merkel, Kurt Lauk, o el ex ministro de Economía socialdemócrata Wolfgang Clement. Los firmantes temen que el Gobierno tome en las próximas semanas decisiones «erróneas» en política energética, cuando el equipo de Angela Merkel decida qué papel jugarán en el futuro recursos energéticos como el carbón, el gas, el viento y el sol, pero sobre todo, las plantas nucleares.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, se comprometió ayer a que Alemania alcance lo antes posible «la era de las energías renovables» pero sin abandonar de momento el carbón y la energía nuclear como «tecnologías puente» que garanticen el suministro, afirmó en su tradicional vídeo-mensaje de los sábados. Merkel afirmó que la seguridad en el suministro energético se encuentra en el centro de las preocupaciones del Gobierno alemán, que a finales de setiembre deberá presentar su nuevo concepto energético.
La canciller germana advirtió en su mensaje que a esta implicación en las energías renovables debe sumársele que los costes del suministro sean asumibles para el Estado, informó la agencia Efe. Por ello, subrayó, es necesario usar durante un tiempo esas «tecnologías puente». «En éstas se incluyen tanto la energía del carbón como la atómica», insistió.
En su mensaje Merkel planteó como uno de los objetivos reducir las emisiones de CO2 en un 40% en 2020 y que entonces las energías renovables supongan un 20% del consumo alemán. Asimismo, la canciller señaló que las inversiones de Alemania -exportador de tecnología punta en energías renovables- en «las tareas futuras de suministro, especialmente en las energías renovables y en la mejora de la eficacia energética, garantizan también el éxito económico para la próxima década».
A finales de setiembre el Gobierno federal decidirá «con argumentos racionales y razones comprensibles sobre el suministro energético de la próxima década», la canciller germana. GARA
Según los cálculos del Gobierno federal, el impuesto sobre combustible nuclear aportaría cada año 2,3 millones de euros, independientemente de la ampliación de la vida de las centrales.