No es raro que en el interior de Euskal Herria en verano el termómetro alcance o suba de los 35º; lo inhabitual suele ser que lo haga en la costa. Y ayer, sucedió sobre todo en la guipuzcoana y labortana, aunque con la entrada de la brisa marina y la llegada de nubes, la temperatura cayó ya para las 14.00 hasta cerca de 25º. En todo caso, una jornada de bochorno y donde el viento sur «coció» más de un florido balcón. En Alegia llegaron a los 39,9º, en Sartaguda a los 39,7º y en Doneztebe a los 39º.

Porque si el miércoles la palma termométrica se la llevó el sur vasco, este jueves donde el mercurio se disparó desde primeras horas fue en el litoral y el interior vizcaino y guipuzcoano. Para las 09.30, toda Gipuzkoa estaba por encima de los 30º, con Donostia rozando los 35º; en Laudio marcaba 33º y en Gasteiz 30,5º a esas horas.

A mediodía, el calor se concentraba sobre todo al este vasco y las nubes lo paliaban en cierta medida ya en Bizkaia y oeste de Araba. Esa brisa echaba por tierra las prediccones de 35º para Bilbo y el termómetro bajaba, con 22º, por ejemplo, en Punta Galea, o 25º en Deustu. Luego, ese descenso le tocaría ya al litoral guipuzcoano y el calor se concentraría, sobre todo en el interior.

En días como éstos, resulta llamativo el baile de cifras sobre los grados alcanzados, tanto que incluso en las televisiones se obcecan en dar como referencia los que marcan los termómetros callejeros, sin ningún rigor.

«A veces las temperaturas máximas que nos ofrecen en prensa responden a térmometros defectuosos o mal ubicados, mal calibrados, con protección solar insuficiente y situados cerca de una pared o zona asfaltada y poco ventilados, naturalmente. Podemos estar hablando en algunos casos de hasta 3-4º de más», aclara Joseba Areitio, de Amillena.

Hoy, el calor cede terreno. «Parece que hasta el domingo retornan vientos del norte y refrescan las temperaturas. Tendremos más nubes y algunas precipitaciones débiles. A partir del lunes se espera un ascenso, aunque no tan acusado», prevé.