Merkel dice a los consorcios energéticos que pagarán una tasa por las renovables
Si el Gobierno alemán aprobó el miércoles una tasa bancaria para prevernirse ante futuras crisis, ayer Angela Merkel advirtió a las firmas energéticas que, además de la tasa por alargar la vida de las centrales nucleares, les va a imponer otra destinada a las energías renovables.
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La canciller de Alemania, Angela Merkel, advirtió ayer a los consorcios energéticos alemanes de que, además de un impuesto sobre la prolongación de la vida de las centrales nucleares, el Gobierno se plantea exigirles una aportación extra destinada a las energías renovables.
Con motivo de una visita a la central nuclear de Linge, en el estado norteño de la Baja Sajonia, Merkel declaró que prefiere no usar la palabra «tasa» para esta contribución añadida para los consorcios energéticos. «Claro está, debatiremos la forma en que la industria energética haga sus aportaciones a las energías renovables», afirmó la canciller tras subrayar que el Gobierno busca consolidar su presupuesto, según informó Efe.
La visita a la central de Linge se encuadra en una gira que Merkel realiza actualmente por Alemania para conocer las necesidades y el funcionamiento de la red energética del país. En Linge, la canciller se reunió con el presidente del consorcio energético RWE, Jürgten Grosmann, y el máximo responsable de su competidor Eon, Johannes Teyssen. «Hemos mantenido una breve conversación sobre este tema y más adelante seguiremos con ella», aseguró la mandataria germana, quien aclaró que no se había tratado de una «negociación».
Nuevo concepto energético
El Gobierno prepara su nuevo concepto energético que deberá presentar a finales de setiembre, en medio del debate sobre la prolongación de la vida de las centrales nucleares a cambio de nuevos impuestos a las empresas energéticas para garantizar el suministro de energía.
La visita a Lingen es la cuarta etapa de la gira que Merkel realiza por Alemania para conocer la realidad energética del país con vistas al nuevo concepto sobre la combinación de las distintas energías que su gobierno quiere desarrollar.
Mientras Merkel hacía estas afirmaciones, el ministro alemán de Economía, el liberal Rainer Brüderle, expresó su rechazo a la iniciativa de sus socios cristianodemócratas de gravar a las empresas propietarias de plantas nucleares con un impuesto suplementario a la ya prevista tasa que se aplicará al combustible nuclear. «No deberíamos dar el segundo paso antes de haber hecho el primero», afirmó Brüderle en declaraciones que publicaba el rotativo «Bild», donde advirtió de que «la energía no debe convertirse en un producto de lujo».
Por su parte, su colega de Medio Ambiente, el cristianodemócrata Norbert Röttgen, señaló el miércoles por la noche en declaraciones televisivas que los ingresos por la nueva tasa al combustible nuclear serán usados para consolidar los presupuestos alemanes y reducir la deuda, pero también para sanear el depósito de residuos atómicos de Assen.
La canciller Angela Merkel se encuentra de gira por Alemania para conocer de primera mano el funcionamiento de la red energética de su país y las necesidades existentes en esta materia.
En el seno del Gobierno germano han surgido divergencias en torno a la aplicación de tasas energéticas. El ministro de Economía, Rainer Brüderle, expresó ayer su rechazo a gravar a las empresas propietarias de centrales nucleares.
Docenas de manifestantes con numerosos tractores recibieron a Merkel a la entrada de la central de Lingen cuando se disponía a visitarlo acompañada por su ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.
La gira que la canciller alemana, Angela Merkel, realiza por diferentes ciudades de Alemania para conocer las necesidades y el funcionamiento de la red energética de aquel país se está viendo acompañada por las protestas de grupos de activistas ecologistas contrarios a una prolongación de la vida de las plantas nucleares.
Docenas de manifestantes con numerosos tractores recibieron ayer a Merkel a la entrada de la central nuclear de Lingen cuando se disponía a visitarlo acompañada por su ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y el presidente del consorcio energético RWE, Jürgen Grossmann.
La Policía local señaló que ya antes de la llegada de la mandataria germana un grupo de miembros de la organización ecologista Greenpeace consiguió proyectar en enormes letras sobre la torre de refrigeración de la planta nuclear el mensaje: «La energía nuclear es la vía errónea, señora Merkel».
Los activistas expresaron su rechazo a las reflexiones de la coalición cristianodemócrata-liberal que lidera la propia canciller sobre la posibilidad de alargar la vida de las centrales nucleares a cambio de nuevos impuestos a las empresas energéticas para garantizar el suministro de electricidad.
La oposición socialdemócrata y verde, entre tanto, ha criticado los planes energéticos del Gobierno alemán al considerarlos anticonstitucionales, así como el actual viaje de Merkel para informarse sobre el funcionamiento de ese sector industrial, una gira con gran despliegue mediático que sus antiguos socios consideran «un puro espectáculo».
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