Cuando llegaron las crónicas del Festival de Cannes resultaba muy difícil saber si la nueva película de Woody Allen, rodada en Londres, había gustado o no. La crítica no se pone de acuerdo con respecto a la última etapa europea del cineasta neoyorquino, porque cada cual interpreta a su manera el hecho de que siga fiel a su estilo, por más que cambie de escenario urbano. Puede que algunos echen de menos a Manhattan como su hábitat natural, pero hoy en día todas las grandes ciudades se parecen, al igual que lo que ocurre en sus calles y a quienes se mueven por ellas.

De un lado están los que se han cansado de Woody Allen y le acusan de repetirse a sí mismo. Por otro, quienes no opinan así, consideran que la suya es una comedia de autor y que el veterano cineasta hace tiempo que creó su propio género de humor con toques dramáticos. Y como quiera que «Conocerás al hombre de tus sueños» es una comedia cien por cien alleniana está destinada a disgustar a sus detractores y a contentar a sus incondicionales.

Hopkins echa una cana al aire

En la presentación de «Conocerás al hombre de tus sueños», en Asturias, Woody Allen habló mucho de la vejez, de lo que se siente a su edad, pues no hay que olvidar que el primero de diciembre cumplirá los 75 años. Aunque la película, como todas sus comedias corales, entrecruza personajes de todas las generaciones, los que son jóvenes giran alrededor de los mayores. Los colores que dominan en la fotografía de Vilmos Zsigmond son los ocres, lo que confiere a la parte visual un tono otoñal que nada tiene que ver con el tópico del Londres brumoso.

El habitual juego de parejas desplegado por Woody Allen se centra en la más madura, la que forman Anthony Hopkins y Gemma Jones. No cuesta mucho reconocer en el personaje del gran actor inglés la mirada autocrítica del autor, quien en Avilés declaraba que ser viejo no tiene ninguna ventaja. Anthony Hopkins representa con ese humor irónico que le distingue lo inútil de la resistencia a envejecer, y cómo esos vanos intentos por vencer al paso inexorable del tiempo llevan a los rebeldes de la tercera edad a caer en situaciones ridículas y llenas de patetismo. Se trata de un hombre entrado en años que quiere vivir su segunda juventud, aunque tenga que recurrir al viagra para poder intimar con una joven Lucy Punch. Está dispuesto incluso a divorciarse de su mujer de toda la vida, mientras la esposa, encarnada por Gemma Jones, prefiere refugiarse en el ocultismo, alentada por la televisiva Pauline Collins en el papel de vidente.

Falsas esperanzas

Es posible que el amargor existencial quede mejor reflejado en los personajes que se encuentran por ley de vida más cercarnos a la muerte, pero el desencanto provocado por las falsas esperanzas que no se cumplen nunca también afecta a los de menor edad. Lo que pasa es que para la pitonisa de turno es más fácil engañar a un viudo deseoso de comunicarse con la mujer que le envía mensajes desde el más allá, y que ha de pedirle permiso para poder volverse a casar.

No menos patético parece el tipo personificado por Josh Brolin, quien hace de yerno del personaje de Anthony Hopkins. Naomi Watts es su mujer, la cual aspira a tener familia, a lo que él se niega. Se supone que dicho plan de futuro interfiere en sus planes para triunfar como novelista, lo que no consigue ni robándole un original a un amigo que se encuentra en estado terminal tras sufrir un accidente, con la mala suerte de que los médicos están dispuestos a sacarle del coma. Otra de sus ocupaciones extraconyugales consiste en observar a su vecinita, que canta y toca la guitarra asomada a la ventana. Una imagen que homenajea a la Audrey Hepburn de «Desayuno con diamantes», teniendo como musa evocadora a la india Freida Pinto, que se dió a conocer internacionalmente con «Slumdog Millionaire».

La desilusión asoma igualmente al rostro de Naomi Watts, quien, ante la actitud distante de su marido, opta por poner sus ojos en el jefe de la galería de arte donde trabaja, que no es otro que el galán Antonio Banderas. Sin embargo, este seductor alto y moreno, como dice el titulo original en inglés, prefiere a una pintora novel protegida suya.

Por una vez, ese «You Will Meet a Tall Dark Stranger» no pierde su sentido en la versión doblada, que viene a decir algo parecido. Son el tipo de frases esperanzadoras con que las pitonisas engatusan a sus clientes para que se sientan satisfechos, y «Conocerás al hombre de tus sueños» responde a tal capacidad de sugestión basada en transmitir optimismo a quien lo necesita en su dura vida diaria. No obstante, suele ser en todo caso un remedio pasajero, que no sirve para ahuyentar el desánimo de forma eficaz y permanente.