Una fábrica de calzado de Portugal despidió a sus 18 trabajadoras a través de mensajes de móviles, denunciaron ayer a los medios locales las operarias. Las afectadas explicaron que, el pasado jueves, durante sus vacaciones, recibieron un SMS con remitente desconocido: «A partir del lunes, la empresa va a cerrar. Recibirán la carta para el desempleo», decía el mensaje. Las trabajadoras se concentraron ayer a las puertas de la fábrica Pinhosil y aseguraron que los patrones de la unidad fabril ni siquiera han atendido a sus llamadas.