Naciones Unidas debe acometer reformas «esenciales» en la estructura del Grupo Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC) y fortalecer sus mecanismos de control para evitar los errores que han hecho cuestionar la rigurosidad de sus estudios. Ésas son las dos principales recomendaciones incluidas en el informe entregado ayer por representantes de la InterAcademy Council (IAC) al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, informó Efe.

Ban encargó en marzo a esa organización científica examinar la rigurosidad de los informes de IPCC, que conforman los pilares de los esfuerzos para combatir las emisiones de gases contaminantes.

«Trabajar bajo un microscópico público, como lo hace el IPCC, requiere de un liderazgo firme, la participación entusiasta y continua de distinguidos científicos, la capacidad de adaptarse y un compromiso con la sinceridad», dijo en un comunicado de prensa el principal responsable del informe, Harold Shapiro.

Además de Ban, en la presentación del informe también estuvo presente el máximo responsable del IPCC, Rajendra Pachauri, principal blanco de las críticas de quienes consideran que se ha exagerado la existencia del cambio climático.

El IPCC, que prepara un quinto estudio, tuvo que admitir a principios de año errores en la conclusión contenida en su informe de 2007 de que los glaciares del Himalaya pueden desaparecer para 2035.

Para evitar equivocaciones, el IAC recomienda establecer un comité ejecutivo que actúe en nombre del IPCC y garantice la capacidad de adoptar decisiones dentro de la institución. De cara a asegurar su credibilidad, entre sus miembros debe haber individuos ajenos al IPCC o, incluso, a la comunidad científica especializada en el cambio climático.

Considera que se debe nombrar a un «científico eminente» como director ejecutivo que se encargue de las actividades diarias del Grupo y sea su portavoz, y adoptar medidas para evitar conflictos de intereses, y aconseja que sus máximos responsables se mantengan en el cargo por el tiempo que dure la elaboración de cada informe, que se publican cada cinco años.

En relación a los controles de calidad, pide que se de mayor autoridad a los editores del informe y se les aliente a reflejar discrepancias y puntos de vista alternativos.