El organizador de la Loveparade cuelga un vídeo sobre la catástrofe
GARA | BERLÍN
El organizador de la Loveparade, Rainer Schaller, colgó ayer, en su página web de internet, 22 horas de vídeo grabadas durante la catástrofe que produjo la muerte de 21 jóvenes y otros 500 heridos durante una avalancha humana en un túnel de acceso al recinto festivo, en Duisburg.
Los vídeos corresponden a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la fiesta de música tecno y, con ellas, Schaller pretende demostrar que el siniestro desencadenado el 24 de julio pasado tuvo su origen en la actuación de la policía.
Schaller considera que las cadenas de policías formadas para controlar y dirigir la afluencia de público al festival, una de ellas en la rampa de acceso al túnel, fueron las desencadenantes de la catástrofe. «Ninguno de nosotros puede explicarse por qué la policía formó cadenas en el túnel y qué función tenía la que formaron al final de la rampa. Creo que si esa cadena no hubiese existido, las 21 personas fallecidas estarían con vida», afirmaba Schaller en la edición de ayer del semanario «Der Spiegel».
Bajo el título «Película documental», la web de la Loveparade (www.loveparade.de) destaca que «en las últimas semanas se ha especulado mucho sobre los acontecimientos de ese día. Esta película muestra lo que sucedió el 24 de julio de 2010». El documento se basa «en las grabaciones de las cámaras de vigilancia, animaciones explicativas, documentos, informaciones de la prensa y declaraciones de testigos», añade el texto de la web, que sólo muestra las imágenes hasta el momento en que se desencadena la catástrofe, ya que, por respeto a las víctimas, los heridos, sus familias y los asistentes, sólo se muestran los cortes de vídeo grabados hasta las 16.40.
Rainer Wendt, presidente del Sindicato de la Policía Alemana (DPoIG), por su parte, y en declaraciones que publicaba ayer el rotativo «Bild», rechazaba esas acusaciones y aseguraba que los agentes trataron, «jugándose la vida, de evitar las peores consecuencias de la chapucera planificación de la Loveparade».
Según explicaba Dieter Wehe, inspector jefe de la policía de Renania del Norte-Westfalia, «el organizador solicitó la ayuda de la policía porque su concepto de seguridad se había venido abajo. Se había comprometido a cerrar las vías de acceso, algo que no sucedió».