Todo parece indicar que Edurne Pasaban va a ser la primera mujer en conquistar los catorce ochomiles del planeta y de momento la única. Lo que no ha certificado Elisabeth Hawley y quizás nunca lo haga, lo dio por bueno Wikipedia al eliminar de su lista de ochomilistas a la coreana Oh Eun-Sun que ocupaba el puesto número 21 y el de primera mujer, para situar en su lugar a la tolosarra, hasta ahora la 22 y segunda mujer.

La modificación la conoció Pasaban ayer por la tarde a través de una llamada de este diario y respondió con un «¿en serio, qué dices?. Eso es muy fuerte, mira qué rápido lo han cambiado» para descargar al momento una carcajada liberadora de tensiones. Lo ha pasado mal por este episodio. Sus declaraciones sobre el ascenso al Kangchenjunga (8.586 metros) de Oh Eun-sun trajeron cola. 236 metros de menos y una foto que no se corresponde con la cumbre de la tercera altura del planeta van a permitir a la guipuzcoana acceder a la primera posición.

Así que ahora se reconoce tranquila, aunque cueste creerlo con semejante nivel de llamadas. Su teléfono echaba humo. Le habían llamado un buen montón de periodistas, además de cada uno de sus compañeros de expedición, otras gentes de la montaña, familiares y amigos... «Yo veo a mis padres que están más contentos que yo. Mis amigos también», confesó ayer por la tarde a GARA.

La lista inaugurada por Reinhold Messner, el tirolés que completó aquella gesta sin precedentes entre 1970 y 1986, alimentada con la presencia del polaco Kukuczka, ha tenido posteriormente numerosos seguidores, pero hasta la pasada primavera no había ninguna mujer entre la veintena de personas que oficialmente la habían completado. Fue el pasado 27 de abril cuando Oh Eun-sun se encaramaba al Annapurna para convertirse con 44 años en la primera mujer en la historia que encadenaba las 14 torres. El momento lo recogía la televisión publica surcoreana, que se encargó de retransmitir en directo. Días después, el 17 de mayo, con el ascenso al Shisha Pangma, Pasaban completaba la colección. Concluia así la carrera femenina, que vivió su momento álgido cuando ambas coincidieron en el campo base del Annapurna y todavía no se habían decidido los puestos del podio.

Las dudas del entorno de la guipuzcoana, sobre la veracidad del ascenso al Kanchenjunga que Miss Oh había protagonizado en 2009 comenzaron antes, pero se elevaron de tono poco antes de que ambas culminaran el trabajo de acuerdo al testimonio de algunos sherpas cuyas declaraciones no coincidían.

La polémica llegaba al campo base e inundaba los medios de comunicación. A Pasaban le llovieron críticas especialmente desde el gremio montañero, contrario a convertir esta actividad en una competición deportiva al uso y a exponer sus intimidades a la opinión pública.

Tres meses después de aquello la propia Federación de Alpinismo de Corea del Sur (KAF) ha expresado sus dudas, respaldando la versión de la vasca. «Ahora se sabe que no me lo había inventado yo».

La televisión

Si la televisión pública le acercó a sus compatriotas en su día de gloria, la SBS ha contribuido a su infierno. «Una televisión coreana -SBS-, competencia de la cadena con la que fue Oh Eun-sun al Annapurna, ha realizado un documental cuestionando el ascenso. Han hecho un trabajo muy bueno, entrevistando a sherpas, a gente que ha estado en el Kanchenjunga, me han escrito a mí, me han hecho mil preguntas y les he tenido que presentar fotos. Lo emitieron el domingo 22. Esto ha dado el empujón final para que el jueves 26 se reunieran la Federación Coreana con todos los alpinistas y decidieran mostrar sus dudas».

En el montañismo no existen los reglamentos escritos, ni los jueces, ni los árbitros. La idiosincrasia de esta actividad marca sus rasgos y su filosofía. Cada uno es libre de jugar según sus propias normas. Una periodista octogenaria, que llegó a Katmandú de joven para quedarse y tomar nota de todo lo relacionado con las ascensiones a cotas extremas, es la persona más importante en estos casos.

Pero la mujer de las mil preguntas con las que recibe a los montañeros para conocer como les ha ido por ahí arriba no quiere ejercer de juez, aunque sí de notaria. «Miss Hawley nunca va reconocerlo así. No va decir Edurne ha sido la primera. Me ha mandado un segundo e-mail y me sigue repitiendo que ella no quiere ser juez de la montaña. Yo le digo que aunque no quiera serlo durante todos estos años se ha encargado de esto y lo que ella dice tiene mucho peso», añade.

A la espera de la rueda de prensa que al parecer va a dar la alpinista coreana y que podría celebrarse hoy, Pasaban se muestra paciente. «Quiero ser un poco cauta para ver qué es lo que dice. Realmente no creo que vaya a poder presentar nuevas pruebas. Si hasta ahora, durante un año no las ha presentado, pues ahora difícilmente. Pero hay que esperar a ver qué pasa».

Pasaban admite que no le gustaría estar en el pellejo de su adversaria. «Sólo en el Annapurna llevaba un presupuesto de cinco millones de euros. Se ha movido mucho dinero en todo esto y la presión mediática y de los sponsor tiene que ser muy fuerte».

A ella, los últimos acontecimientos le han cogido recién llegada de vacaciones. Se ha puesto a trabajar en un libro sobre sus diez años de dedicación a la montaña. Contará su experiencias y espera que esté listo para salir a luz coincidiendo con Sant Jordi.