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Tras la declaración de ETA

«La decisión de ETA es un paso crítico en el proceso que está en marcha»

En una entrevista telefónica, el facilitador sudafricano analiza con GARA el panorama que se abre después de la declaración de ETA y las diferentes reacciones habidas, desde la izquierda abertzale hasta el Gobierno español. Currin afirma que acogió la noticia con «alivio y satisfacción» y valora positivamente las potencialidades del momento político que vive Euskal Herria. Se siente esperanzado pero no oculta las dificultades para una solución negociada.

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Brian Currin

Facilitador en procesos de resolución de conflictos

Este abogado, experto en la resolución de conflictos políticos a través del diálogo y la negociación, es uno de los promotores de la Declaración de Bruselas. Su conocimiento de la negociación que llevó al final del Apartheid en Sudáfrica y del espinoso tema de la Policía en el norte de Irlanda le convierten en una referencia a nivel internacional y en alguien a quien conviene escuchar.

Iñaki SOTO | DONOSTIA

El abogado sudafricano responde a las preguntas de GARA en un descanso de una sesión de diálogo relativo a un conflicto político en el continente africano.

¿Cuál fue su primera impresión cuando supo de la declaración de ETA?

Mi reacción inmediata fue de alivio y satisfacción al observar que nos hemos movido al siguiente paso. Creo que estábamos esperando por mucho tiempo la respuesta de ETA y aunque haya gente que piense que la respuesta ha sido de menor calado de lo esperado, aunque el Gobierno español diga que no confía en ETA y que no es suficiente, en cualquier caso para mí es un paso crítico en el proceso que está en marcha. Me sentí aliviado y satisfecho.

En ese sentido, ¿cómo valora la respuesta del Gobierno español? ¿Esperaba una reacción tan dura por su parte?

Creo que es algo que se podía esperar. Y digo esto porque incluso cuando la izquierda abertzale comenzó este nuevo proyecto y comenzaron a hablar de su compromiso con medios no violentos y vías exclusivamente democráticas y su compromiso con los Principios Mitchell, el Gobierno español no respondió positivamente, demostró cinismo. Pero a pesar de ello la izquierda abertzale continuó por ese camino y, despacio pero con seguridad, la posición de la dirección de la izquierda abertzale ha comenzado a causar cierta impresión e impacto en el Gobierno español. Quizá no lo reconozcan públicamente pero tengo razones para creer que es el comienzo de cierto reconocimiento hacia la dirección de la izquierda abertzale y su liderazgo. Conociendo la actitud de Madrid respecto a ETA, no se podía esperar que Madrid diese la bienvenida al anuncio de alto el fuego, porque creo que Madrid tomará la posición de que hasta que ETA no declare el fin inequívoco de la lucha armada no se puede esperar nada de ellos. Por lo tanto, no me ha sorprendido.

En su primera declaración tras el anuncio de ETA usted manifestó que ésta era una «victoria de la política y de la democracia», en referencia al papel de liderazgo ejercido por la dirección de la izquierda abertzale. ¿Considera que esa dirección ha salido reforzada con este paso?

Creo que esa dirección es más fuerte hoy en día, que durante los dos últimos años ha tomado la iniciativa, y ha consultado extensamente con su base militante, y ésta le ha transmitido un mandato claro. Creo que la diferencia entre este alto el fuego y otros anteriores es que éste sigue pasos dados dados por la dirección política, mientras que en el pasado era ETA quien tomaba la iniciativa, y en el pasado se declararon altos el fuego habiendo negociado ciertos términos y condiciones relacionados con ese alto el fuego con el Gobierno español. En esta ocasión es diferente, la iniciativa y el liderazgo ha sido llevado por la izquierda abertzale en su conjunto, por lo que creo que la dirección está en una posición más fuerte que nunca antes.

Antes del comunicado ha habido cierta polémica promovida por algunos medios sobre documentos que la izquierda abertzale ha compartido con otros partidos. ¿Conoce la existencia de los mismos? ¿Cuál es su opinión al respecto?

Tengo conocimiento sobre ellos y los he leído. Creo que esos documentos son una iniciativa importante, son documentos abiertos al debate y a la negociación con otros partidos vascos y creo que si la izquierda abertzale llega a acuerdos con esos otros partidos sobre las bases que recogen esos documentos existe un gran potencial para futuros acuerdos entre partidos, primeramente entre los abertzales. Si se realizan progresos en las negociaciones de esos documentos y existen acuerdos de mayor alcance, ése sería un paso más en el fortalecimiento de la propuesta de la izquierda abertzale y de su liderazgo en el país.

ETA ha anunciado que ha contactado con la comunidad internacional para informarle de su compromiso con una solución democrática a través del diálogo y la negociación. ¿Cómo puede reaccionar la comunidad internacional? ¿Puede apoyar la apertura de negociaciones inclusivas o aún no ha llegado el tiempo para hablar de ello?

No creo que sea necesariamente el momento de hablar de ello, pero sí de subrayar el hecho de que ETA se ha dirigido directamente a la comunidad internacional a través de los medios y eso es importante. Porque la comunidad internacional es influyente y esa comunidad no está preparada para apoyar públicamente iniciativas mientras la violencia esté en la agenda. Cuando eso no ocurra, tengo poderosas razones para creer que la comunidad internacional se implicará realizando una labor de lobby en favor de la negociación.

¿Cree realmente que el Gobierno español aceptará un proceso democrático en un contexto de no violencia?

Creo que en el contexto de no violencia, el Gobierno español estará bajo gran presión para entrar en negociaciones. Lo que puedo asegurar es que el resultado de esas negociaciones tiene que ser el objeto de las mismas. Nadie puede predecir cuál será el resultado de esas negociaciones. Pero pienso que ciertamente cambiará la situación, estamos en la difícil situación de no saber cuál será el futuro Gobierno español. Es una situación que plantea un reto, pero tengo la esperanza de que en esa situación de no violencia existirá la voluntad de negociación.

La propuesta de condiciones mínimas sigue a debate entre los partidos vascos

El anuncio de ETA de que no realizará acciones armadas ofensivas puede facilitar también el cierre de acuerdos entre las formaciones políticas vascas. La izquierda abertzale y EA abrieron una dinámica de diálogo con partidos como Aralar, Alternatiba o PNV tras el acuerdo estratégico firmado en junio, y en ella se han producido numerosas reuniones durante el verano que siguen deparando algunos acercamientos, sobre todo con Aralar y Alternatiba.

En la actualidad, el debate se está basando en un documento que busca definir «las condiciones mínimas y suficientes para el desarrollo del proceso democrático». Se trata de un texto presentado conjuntamente por la izquierda abertzale y EA, y que alguien filtró a medios del Grupo Vocento, que lo publicaron el pasado viernes. Estos diarios centraron su atención en el primero de los ocho puntos presentados como elementos «necesarios para desarrollar el proceso democrático de forma satisfactoria». En él, las dos formaciones plantean «un alto el fuego permanente de la organización ETA bajo verificación internacional».

Los ocho elementos propuestos han sido definidos en base a principios como los del senador Mitchell, la garantía a la partipación política, la oposición al uso de la violencia o a los instrumentos coercitivos del Estado, o la solidaridad con todas las personas que han sufrido y sufren las consecuencias del conflicto.

Además de la citada tregua, la izquierda abertzale y EA proponen que «todas las fuerzas políticas que participen en las negociaciones multipartitas acepten los Principios Mitchell».

En tercer lugar, consideran necesario «el reconocimiento de los derechos civiles y políticos vascos. El derecho de manifestación, de asociación, así como el de libertad de expresión, no deberán ser reprimidos». Aquí se añade la exigencia de derogación de la Ley de Partidos.

En paralelo, reclaman «la supresión de las medidas e instrumentos utilizados para la represión política, incluidos los procesos judiciales contrarios a los derechos civiles y políticos y a la libre actividad política».

Dos elementos más se refieren a la cuestión penitenciaria. La izquierda abertzale y EA proponen al resto de partidos que se deroguen las medidas que «buscan el castigo sin medida» a los presos, entre las que enumeran «cadenas perpetuas, dispersión, aislamiento, negativa a conceder libertades condicionales y a liberar a quienes están gravemente enfermas o enfermos».

Los dos últimos puntos hacen referencia al fin de «las amenazas y presiones contra toda persona» y a «trabajar por la reparación y/o reconciliación de todas las víctimas».

Tras la filtración de este documento, que todavía no está cerrado lógicamente al encontrarse a debate entre los partidos, la izquierda abertzale y EA se vieron obligados a difundir una nota aclaratoria conjunta. En ella se explica que no se trata de ningún documento interno de la izquierda abertzale, sino de un texto consensuado por ambas formaciones y que desarrolla el acuerdo ``Lortu arte'' del Palacio Euskalduna, con el objetivo de «conseguir un Estado vasco independiente mediante la acumulación de fuerzas». R. S.

La Comisión Europea seguirá «de cerca» la nueva situación

Si el domingo fue la Presidencia del Parlamento Europeo la que saludó como positiva la decisión de ETA, ayer la portavoz de la Comisión Europea fue más allá y afirmó que piensan seguir la evolución de la situación «muy de cerca».

Preguntada por la cuestión durante la rueda de prensa habitual del Ejecutivo de la UE, la portavoz, Pia Ahrenkilde, añadió que la Comisión Europea ve la noticia «con esperanza», aunque por el momento piensa también actuar con cautela.

El anterior proceso de negociación llevado a cabo entre 2005 y 2007 ya fue respaldado por las instituciones europeas. En concreto, el Europarlamento aprobó una moción el 25 de octubre de 2006, aunque con escaso margen tras la movilización en contra desatada por el PP.

También en Estrasburgo se refirió a la cuestión de la declaración de ETA la europarlamentaria del Sinn Fèin Bairbre de Brún. Manifestó que «la comunidad internacional tiene un importante papel que jugar para alentar un renacido proceso de paz en el País Vasco».

Como hizo la víspera el máximo líder del partido republicano irlandés, Gerry Adams, De Brún consideró «urgente» la apertura de un diálogo político y animó a todas las partes a «tomar riesgos». Pidió además al Goberno español que atienda «al lenguaje, la estrategia y la dirección de la izquierda abertzale».

Ajeno a todo al parecer, el eurodiputado del PSOE Ramón Jáuregui sostuvo ayer tarde que «en Estrasburgo no se ha dicho una palabra de todo esto». GARA

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