Actos de responsabilidad del PNV
El PNV justifica gran parte de su práctica política en la «responsabilidad institucional» que caracteriza a ese partido, un mantra que tiene rango de doctrina para los mandatarios jeltzales. El PNV apuesta por «garantizar la estabilidad» en asuntos centrales para la ciudadanía y la nación vasca como son presupuestos, reforma laboral... tomando decisiones que apuntalan una situación en la que, paradójicamente, el propio PNV sale perdiendo en términos políticos.
El enésimo acto de «responsabilidad» por parte de los jeltzales desde que los unionistas desalojaron a Juan José Ibarretxe de Ajuria Enea ha sido permitir la aprobación de la reforma laboral en Madrid. Si anteayer era Pérez Rubalcaba quien loaba la disposición de los jeltzales y se enorgullecía en público de su casi total sintonía con Iñigo Urkulllu y Josu Erkoreka, ayer todo el Gobierno de Zapatero debió brindar a cuenta del apoyo dado a la reforma por los parlamentarios jeltzales en Madrid.
Por el contrario, en Euskal Herria, la mayoría sindical recordó al PNV las consecuencias que dicha reforma tiene en los trabajadores y trabajadoras vascas: abaratamiento del despido, precarización de las condiciones de trabajo y debilitamiento del poder sindical, entre otras muchas. Todo ello sí que es responsabilidad del PNV.