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HUELGA GENERAL

«No nos jugamos el partido aquí»

La incidencia de la huelga general convocada por CCOO y UGT fue muy desigual en Hego Euskal Herria y más reducida que la del 29-J. Sus máximos responsables, Unai Sordo y Dámaso Casado, censuraron la reforma laboral del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y criticaron al PNV por apoyarla, a la vez que a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Como dijo a GARA un destacado miembro de UGT, «no nos jugamos el partido aquí».

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Juanjo BASTERRA | BILBO

La huelga general del 29 de setiembre de CCOO y UGT en Hego Euskal Herria tuvo una repercusión muy desigual y bastante inferior a la que se produjo el 29 de junio. Ayer se movilizaron 11.000 personas en las cuatro capitales vascas, mientras que hace tres meses lo hicieron 65.000 personas. La reducción del consumo eléctrico ayer fue del 14% en la CAV frente al 31% de junio y en Nafarroa el consumo para la actividad industrial cayó un 9%, según datos oficiales.

En vista de esta repercusión leve de la huelga, a los convocantes les costó ofrecer datos concretos de su incidencia y en diferentes referencias utilizaron las que provenían de Madrid, como la de consumo eléctrico, para mostrar una caída importante de la actividad industrial. En otras ocasiones, como los casos de ArcelorMittal Lesaka y Volkswagen, se magnificó la influencia real de la huelga, como denunciaron diferentes organizaciones sindicales.

Así, según CCOO de Euskadi, el consumo eléctrico se redujo un 22% en el Estado español, mientras que los datos oficiales de Iberdrola confirmaron que la caída en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa fue del 14%, mientras que en Nafarroa, con datos proporcionados por el Gobierno de Iruñea, bajó un 9% el consumo respecto al día anterior a la convocatoria del paro general.

En la huelga precedente de la mayoría sindical en Hego Euskal Herria, la caída del consumo eléctrico alcanzó, según las fuentes oficiales del Gobierno de Lakua, el 31%, más del doble que en la jornada de ayer.

Los comentarios de los responsables sindicales de CCOO y UGT en Bilbo se dirigían a anteponer el nivel de representatividad que mantienen ambos, en el entorno del 35%, para, a continuación, precisar que «la huelga ha tenido un seguimiento importante», aunque sólo resaltaron unas pocas zonas de Araba, Bizkaia y de Nafarroa.

UGT-Euskadi no ofreció datos pormenorizados de la incidencia de la huelga, tan sólo señaló una «la incidencia alta», aunque un miembro destacado de su Ejecutiva señaló a GARA que «no nos jugamos el partido aquí». Ese fue otro elemento destacado en las calles de Bilbo, donde la actividad apenas se resintió. La huelga general de ayer tenía su epicentro en Madrid, que es donde los convocantes del paro general sí se la jugaron.

Zonas industriales

CCOO de Euskadi señaló que el paro era importante en zonas industriales como Ezkerraldea. En la Naval de Sestao dijeron que trabajó el 50% «de las subcontratas»; en ACB «fue considerable», al igual en Astilleros Zamakona, ABB y Alstom. Enstas dos últimas pararon en su totalidad, según la central sindical. El 50% de Bizkaibus paró y el transporte urbano de Bilbo redujo su actividad entre un 15% y un 25%, según la empresa Veolia. En el aeropuerto de Loiu, según explicó CCOO de Euskadi, «estuvo semiparado».

En Araba, según CCOO de Euskadi, el paro fue «relevante» en el polígono de Jundiz. Según sus datos, Mercedes Benz y Sidenor pararon algo su actividad, mientras que en Michelin la incidencia de la huelga fue del 35%. El polígono de Lantaron con la industria química predominante recordaron que paró, «sólo funcionaron servicios mínimos». El paro en Correos de Araba fue del 50% y del 20% en el transporte urbano de Gasteiz.

CCOO de Euskadi reconoció que el seguimiento en el sector industrial guipuzcoano «fue desigual». GARA conoció que el servicio de autobuses urbanos de Donostia funcionó con normalidad y en las oficinas de BBVA de la capital guipuzcoana incluso algún representante de CCOO no hizo huelga. En la Enseñanza pública universitaria CCOO destacó una «alta incidencia», que fue desmentida por otros representantes sindicales; la incidencia en la enseñanza primaria y secundaria fue del 35%, según el sindicato que lidera Unai Sordo; del 30% entre el personal de la Administración general del Estado y de un 10% en la Administración autonómica y local.

La viceconsejera de Trabajo del Gobierno de Lakua, Sonia Pérez, destacó una incidencia de «menos del 10%» en el Metal, mientras que en las empresas privadas varió entre el 3% y el 60%, máximo alcanzado en la industria auxiliar de La Naval, de Sestao. En el sector educativo, según Pérez, casi no hubo incidencia, limitándose a un 2% en la educación pública y a un 1% en la privada. Entre los funcionarios del propio Ejecutivo autonómico el porcentaje se quedó en el 3%, subiendo al 6% en la Administración de Justicia.

Datos inflados

En Nafarroa, según UGT y CCOO, el seguimiento de la huelga alcanzó el 74%, pero indicaron que «hay sectores como el metal o el de química y energía, en los que se acerca al 90%», o al 100%, como Koxka; el 92% como en Arcelor; o el 88% como en Volkswagen. Sin embargo, el presidente del comité de Arcelor señaló que el paro en esa empresa fue de entre el 5% y el 10%; mientras que en Volkswagen, al contrario de lo que aparecieron en las informaciones iniciales, el paro no fue total, como corroboraron desde otras secciones sindicales. En Nissan, CCOO y UGT difundieron que el 100% de la plantilla realizó huelga, pero resulta que la empresa se encontraba ayer sin actividad, en una de las jornadas del expediente de regulación.

Las diferentes organizaciones patronales de Hego Euskal Herria minimizaron la repercusión de la huelga. Otro dato comparativo con la huelga del 29 de junio, que convocó la mayoría sindical vasca, fueron las movilizaciones. Según los datos recabados por GARA, las manifestaciones de CCOO y UGT en las cuatro capitales vascas reunieron a no más de 11.000 personas en conjunto, con consignas como «Zapatero dimisión», «Con este Gobierno vascos de culo». «jo ta ke irabazi arte», «no falta dinero, sobran ladores» o «que viva la clase obrera», entre otras muchas. Las calles de Hego Euskal Herria el 29 de junio fueron ocupadas por más de 65.000 personas, además de las que participaron en las concentraciones y manifestaciones de la tarde.

CRITICAS A ELA Y LAB

Unai Sordo, secretario general de CCOO de Euskadi, criticó de forma directa a ELA y LAB por no haberse sumado a esta convocatoria de huelga general. Se preguntó «¿a quién hacen el juego estos sindicatos?» y les dijo que «agreden a los trabajadores»

14%

Según los datos oficiales de Iberdrola, en la jornada de huelga general de ayer se consumió un 14% menos de energía eléctrica y en Nafarroa esa caída en la actividad se situó en un 9%. En la huelga de junio llegó al 31%.

POLÍTICAS ACTIVAS

Dámaso Casado, secretario general de UGT Euskadi, destacó en Bilbo que el traspaso de las políticas activas de empleo «será positivo para que los parados tengan una formación, se reciclen y encuentren un empleo estable, no temporal»

Críticas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, al PNV y a Rodríguez Zapatero

Unai Sordo, secretario general de CCOO de Euskadi, y Dámaso Casado, secretario general de UGT Euskadi, intervinieron en la plaza del Teatro Arriaga. El epicentro de las intervenciones lo situaron, salvo determinados aspectos, en Madrid.

Ambos coincidieron en reclamar al Gobierno español, que preside José Luis Rodríguez Zapatero, que «rectifique» y «eche atrás» la reforma laboral, aunque ambos saben que ese paso no lo va a dar. En este sentido, ni Sordo ni Casado criticaron al Gobierno de Lakua, que sigue a pies juntillas la política que le fijan en Madrid y, sin embargo, el líder de UGT Euskadi sí criticó al PNV por apoyar «junto al gobierno socialista la reforma laboral». Es evidente que no lo hicieron porque ambos tienen, por otro lado, la voluntad de sentarse en cuanto sea convocada la mesa de diálogo social en Gasteiz, pero también en Madrid.

Destacó también una crítica que realizó Unai Sordo a la presidenta de la Comunidad autonómica de Madrid, Esperanza Aguirre, porque dijo que «utiliza la manipulación, el miedo y la mentira para deformar la realidad». El líder de CCOO de Euskadi reconoció que esta reforma laboral «no creará empleo» y «destruirá el indefinido existente, porque los despidos son ya la primera opción de los empresarios ante el mínimo problema que se les presente». Pidió a Rodríguez Zapatero que desarrolle «otra política económica, laboral y social» alejada de «los intereses de los capitalistas y los mercados» que, a su juicio, supone un «ataque sin precedentes contra la clase trabajadora».

Dámaso Casado circunscribió la lucha de los trabajadores no a Euskal Herria, sino a Europa, aunque por su discurso podría haber incluido a todos los trabajadores del mundo. Recordó que la reforma laboral no crea empleo y el que crea es temporal. «Ahora, el 96% del empleo es temporal, antes era del 93%», precisó. Se mostró optimista, sin embargo, con el traspaso de las políticas activas de empleo «para que creen empleo para los parados, empleo estable y no temporal».

Unai Sordo criticó la ausencia en esta huelga de la mayoría sindical vasca y les preguntó «¿a quién hacen el juego? Agreden a los trabajadores». J. B.

11.000

Las manifestaciones de CCOO y UGT en las cuatro capitales, junto al resto de convocantes por separado, reunieron en el conjunto de Hego Euskal Herria a unos 11.000 manifestantes. En la pasada huelga fueron 65.000.

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