Maite SOROA
«El Mundo» podía ser «El Globo» desinflado
Ayer «El Mundo» nos volvía a sorprender con una información «exclusiva» que olía peor que los pescados que enfrentaban a los habitantes de la aldea de Astérix y Obélix.
Titulaban en portada: «El mediador Currin pide 100.000 euros para los verificadores de la tregua de ETA». Y a partir de ahí un cúmulo de despropósitos dignos de constar en alguna antología del disparate que estoy por escribir un día de éstos.
Según «El Mundo», Currin «necesita más dinero para sufragar sus gastos y los de su grupo de amigos». O sea, en plan cuadrilla de francachela. Les falta decir que se trata de financiar una capea o una comida en Arzak.
Según la autora de la pieza, el objetivo es «emprender iniciativas en beneficio de la ex Batasuna». Y para redondear la melonada, asegura que «Currin quiere más (...) otra de las puertas a las que ha llamado ha sido la de Lokarri, una plataforma heredera de Elkarri, a su vez heredera de la coordinadora Lurraldea».
Y con estos mimbres, el rotativo de Pedro J. Ramírez hacía un cesto en forma de editorial.
El escribiente de Ramírez empezaba fuerte: «si sólo pensar que alguien pueda sacar provecho del terrorismo produce náuseas, resulta indignante que figuras como Brian Currin conviertan en un modo de vida su pretendida labor de mediación entre un Gobierno legítimo y una banda criminal».
Luego se descoloca: «Esta cantidad serviría para pagar los honorarios de los cinco miembros que van a intentar confirmar la intención de desarme de ETA y, al mismo tiempo, ejercer presión sobre el Gobierno para que mueva ficha». Pues a mí todo eso me parece muy razonable. ¿A ustedes?
Y concluye abrazando el disparate: «Una de las asociaciones a las que Currin ha pedido dinero es Lokarri, que recibe subvenciones del Gobierno vasco. Sería inaceptable que un solo céntimo de dinero público vaya a manos de un grupo que parte de la premisa de que el terrorismo es consecuencia de un conflicto político». Ahora viene lo mejor, porque resulta que en la «información» de «El Mundo» se da cuenta puntual de las subvenciones que ha recibido Lokarri desde 2007 y resulta que, reconoce «El Mundo», «en 2010 sólo ha recibido 4.200 euros». Se les desinfló el globo.