La salida «progresista» de la crisis que, según Zapatero, «hoy no la vemos porque es muy pronto y tardaremos años en verla» sirve al autor para denunciar la acción política «referida a un futuro próximo», en tanto que los ciudadanos «pierden indefectiblemente el presente». La política, para él, no es un «ir tirando a base de planes renove», sin aspirar a algo sólido. Defiende «los remedios operantes y actuales», y concluye diciendo que el presidente español «no se enteró de que empezaba la tormenta y ahora ignora dónde ha dejado el paraguas».

¿Acaso es ilícito pensar? ¿Acaso no se puede ser de izquierdas y abertzale? ¿Sólo se puede ser neofranquista? ¿Se ha de pasar alguna prueba de idoneidad ideológica? ¿Quién concede el lábel de demócrata de toda la vida?