Bruselas tira por elevación para no denunciar a París por la deportación de gitanos
Tras acusar la andanada de críticas que recibió por atreverse a insinuar que el Gobierno francés incumple la legalidad comunitaria con las deportaciones masivas de gitanos, la Comisión Europea prefiere ahora hacer llamamientos genéricos sobre la situación de esta minoría.GARA |
La desigualdad de oportunidades y la pobreza que sufren los jóvenes gitanos en la rica Europa «es inaceptable», recordó ayer en Bucarest el comisario de la UE de Integración, Laszlo Andor. «Europa es una de las regiones más ricas del mundo y muchos gitanos crecen en guetos urbanos o en zonas rurales marcadas por la segregación», denunció en la apertura de una conferencia sobre la utilización de fondos para esta minoría.
Los gitanos suman entre 10 y 12 millones den Europa y constituyen su más importante minoría. Muchos de ellos sufren discriminación y condiciones difíciles de acceso a la educación y al trabajo.
En Eslovaquia, sólo el 3% termina sus estudios secundarios. En Rumanía, pese a que la cifra de gitanos escolarizados se ha doblado en los últimos decenios, sólo entre el 25 y el 30% de los gitanos tiene un empleo estable y el resto está parado o trabaja en negro, según Ilie Dinca, presidente de la Agencia Nacional para los Romaníes.
Desviando la atención
La Comisión de Bruselas trata ahora de dirigir la atención a los países de procedencia de gran parte de los gitanos. Así, acusa a varios de ellos de ir a rebufo en la utilización de fondos para la integración de los gitanos.
Además, no duda en lanzar acusaciones genéricas -menos en este caso, cuando se conoce ya el destinatario- sobre el uso de esos fondos y ya ha anunciado que la comisión creada al efecto hará públicas sus conclusiones en diciembre.
Mientras tanto, Andor señaló que, «estamos dispuestos a acelerar nuestros esfuerzos para la integración de los gitanos, pero esperamos otro tanto de los países miembros», en referencia a Rumanía, Bulgaria, Hungría, República Checa y Grecia.
Bruselas señala que, «paradójicamente, las denunciables expulsiones de gitanos por Francia han dinamizado el debate sobre la integración de esta minoría». Todavía habrá que dar las gracias a Sarkozy.