Todavía colean las consecuencias del plan Bush para invadir Irak
«Caza a la espía»
La necesidad de justificar la invasión de Irak a cualquier precio mediante la búsqueda de las armas de destrucción masiva se cobró muchas víctimas internas en EEUU, y entre ellas estaba el matrimonio formado por la agente Valerie Plame y el diplomático Joseph Wilson, que tuvieron que defenderse de las acusaciones públicas que contra ellos lanzó la administración Bush. Esta película se basa en sendos libros que escribieron dando a conocer su caso real.
M.I. | DONOSTIA
La crítica le ha dado el aprobado a Doug Liman en la película más comprometida de su carrera, que ha solventado con su habitual probada eficacia técnica, pero sin demostrar asomo alguno de autoría y con el impersonal estilo de sus anteriores trabajos de encargo. Para él la sombra de Paul Greengrass es alargada, ya que ha acabado haciendo seguidismo dentro de la industria del cine de quien le relevó al frente de la saga «Bourne», toda vez que «Caza a la espía» trata el mismo tema político que «Green Zone», que tiene que ver con la búsqueda de las armas de destrucción masiva en Irak para justificar el derrocamiento de Saddam y la invasión del país islámico.
La diferencia fundamental entre ambos títulos, que en el fondo hablan de lo mismo, estriba en que «Caza a la espía» parte de los respectivos libros autobiográficos de Valerie Plame y Joseph Wilson, donde cuentan la persecución y acoso público a los que fueron sometidos debido a su postura contraria a justificar la invasión de Irak con información falsa sobre el a todas luces inexistente arsenal nuclear de Saddam. Se convirtieron en un obstáculo a eliminar por parte de la administración Bush, que no dudó en cargar contra ellos a través de los medios de comunicación.
La experiencia es condensada en un guión adaptado por los hermanos Butterworth, quienes convierten al matrimonio en unos héroes patrióticos, a la vez que muestran las presiones a las que tuvieron que enfrentarse, viendo incluso su relación sentimental seriamente afectada. Su modo de vida se vino abajo cuando la identidad secreta de ella como agente al servicio de la CIA fue aireada a las cuatro vientos, mientras que su marido diplomático era presentado como un marioneta de sus manejos oscuros en Oriente Medio.
T.O.- «Fair Game».
Dirección: Doug Liman.
Intérpretes: Naomi Watts, Sean Penn, Sam Shepard, Noah Emmerich, Bruce McGill.
Fotografía: Doug Liman.
Música: John Powell.
País: EE.UU., 2010.
Duración: 104 minutos.
Doug Liman es uno de esos directores funcionales que sabe ponerse al frente de una gran producción y sacarla adelante sin problemas, gracias a que también es productor y un buen técnico, figurando como director de fotografía. Pudo despuntar cuando dirigió «El caso Bourne», pero las siguientes entregas de la saga las dirigió Paul Greengrass pasando por encima suyo como una apisonadora. A él le tocó entonces ponerse al servicio del éxito comercial de Brad Pitt y Angelina Jolie en «Sr. y Sra. Smith», dentro de un cine de acción muy superficial en el que volvería a reincidir con «Jumper». M.I.